viernes, 24 de julio de 2009

¿ COMÓ ESTÁS UTILIZANDO TUS MANOS PARA EL BIEN?


«ESTAS MANOS ME SALVARON LA VIDA»
por el Hermano Pablo

Era un viejo edificio de apartamentos en la ciudad de Nueva York. El ascensor era tan viejo como el edificio. Rebeca Rosario, al dejar a sus tres hijitas en su apartamento, les dijo: «Vuelvo en seguida. No tengan miedo.» Y la señora fue hasta el ascensor del piso número 14, donde vivía.

Abrió la puerta y dio un paso hacia adentro. Pero en lugar de entrar en la cabina, cayó al vacío. La puerta no debió haberse abierto, pues la cabina estaba en el primer piso. Pero era un edificio viejo, y era, así mismo, un ascensor viejo.

En su desesperación, Rebeca atinó a agarrarse de los cables mohosos del aparato. Sintió el terrible dolor de la raspadura, como fuego brotando de sus manos, pero aminoró la caída. Se quebró ambos tobillos, pero no se mató.

En el hospital, algunos días después, Rebeca mostró sus manos quemadas casi hasta el hueso, y dijo: «Estas manos me salvaron la vida.»

¡Qué significativa la frase de aquella mujer de treinta años de edad! Al caer por el hueco de un ascensor desde el decimocuarto piso, atina a agarrarse de los cables, y al cabo de su odisea declara: «Estas manos me salvaron la vida.»

Las manos son un instrumento maravilloso, genial diseño de Dios. Con ellas se puede empuñar un hacha o un bisturí. Se puede pintar a brochazos un gallinero o, con un delicado pincel, un cuadro como «La Última Cena».

Con las manos se puede proporcionar el puñetazo más violento al enemigo, o la caricia más dulce al ser amado. Se puede con ellas robar descaradamente lo ajeno, o con honradez proveer el pan de la familia. Las manos de Rebeca Rosario sirvieron para salvarle la vida.

Hay en la historia universal otras manos que, sin salvar la vida de quien las extendía, fueron traspasadas para obtener la salvación de la humanidad entera. Fueron las manos benditas del divino Redentor, el Señor Jesucristo. Sus manos fueron clavadas a la cruz del Calvario a fin de que Él diera su vida por la de todo ser humano.

Ahora cualquier persona de cualquier raza, pueblo, color o idioma, de cualquier condición económica, clase social o religión, puede ser eternamente salva con sólo creer que Jesucristo es el Hijo de Dios y que dio su vida en la cruz del Calvario como precio de rescate para su salvación.

Para ser eterna y gratuitamente salvos, basta con que creamos en Jesucristo y lo recibamos como eterno Salvador. Hoy puede ser el día de nuestra salvación.

www.conciencia.net

jueves, 23 de julio de 2009

«NO SÉ SI... CONTARLES... A MIS PADRES»

por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el siguiente caso de una joven que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos:

«Yo soy una chica de quince años. Hace tiempo, un joven se me declaró, y yo no lo acepté; pero luego de insistirme mucho, me dejé besar....

»Resultó que él tiene diecinueve años y tiene un hijo.... Desde entonces, yo comencé a rechazarlo, y él me dijo que todavía tiene una [cuenta] pendiente conmigo. No sé exactamente [a] qué se refiere, pero tengo miedo. Me habla por Internet y, no sé, me da indirectas.... Él siempre para con chicos que son maleantes, y eso me da miedo. No sé si quiere hacerme daño o [si debo] contarles la verdad a mis padres....

»Si pudiera volver el tiempo atrás, nunca lo habría conocido.... ¡Por favor, ayúdenme! No sé qué hacer. ¡Estoy desesperada!»

Este es el consejo que le dimos:

«Querida amiga:

»¿Sabías que el temor es una alarma que Dios nos dio para advertirnos de que algo anda mal? ¿Qué hacemos cuando suena una alarma contra incendios? ¡Echamos a correr! Y les advertimos a otros acerca del peligro. Así mismo debes reaccionar ante la alarma contra el temor que estás sintiendo....

»Tu inteligencia y sentido común ya te indicaron lo que debes hacer. ¡Sí, cuéntales a tus padres de inmediato! No importa que tal vez no te estés llevando bien con ellos ahora mismo....

»El relato más antiguo de la historia universal tiene que ver con una joven llamada Eva.1 Dios le dijo a Eva que del fruto de los árboles que Él plantó para ella en el jardín, ella podía comer de todos, menos de uno. Eva sin duda tenía la intención de obedecer esa regla. Pero un día, cuando estaba sola, conoció a una criatura que pretendía saber mucho más que ella. Aquella criatura comenzó a tratar de convencerla de que tal regla en realidad no importaba, y que le convendría hacer caso omiso y comer del apetitoso fruto prohibido.

»... Eva... dejó que la criatura, que era Satanás mismo,2 la engañara convenciéndola de que quería lo mejor para ella a diferencia de aquel Ser Supremo que había establecido la regla. Así que, en vez de echar a correr, en vez de contarle a su esposo, en vez de obedecer la regla, Eva comió del fruto. Ese acto sencillo fue el comienzo de los problemas para toda la humanidad.

»Hay varias lecciones buenas que podemos aprender de esa historia verídica de Eva. En primer lugar, al parecer ella no tenía la menor idea de que corría peligro. Esto nos enseña el valor de hablar con nuestros familiares y amigos acerca de ciertos peligros....

»En segundo lugar, podemos aprender de Eva que es muy importante consultar con un amigo de confianza o con un familiar antes de tomar la decisión de comunicarnos con alguien a quien no conocemos....

»Por último, aprendemos que se han establecido las reglas para protegernos. Quizá no nos gusten. Quizá pensemos que limitan nuestras libertades. Y tal vez hasta creamos que el hacer lo que nos place nos conviene más. Pero a la larga, afrontamos serias consecuencias cuando optamos por desobedecer esas reglas.

»¡No seas como Eva!

»Linda y Carlos Rey.»

El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se pulsa el enlace en www.conciencia.net que dice: «Caso de la semana», y luego el enlace que dice: «Caso 36».
1 Gn 3
2 Ap 12:9; 20:2

lunes, 20 de julio de 2009

Cómo obtener Poder Espiritual?

El modo de obtener poder espiritual es la plenitud del Espíritu, lo que significa simplemente ser regido por el Espíritu (Ef. 5: 18). El Espíritu Santo en la vida individual y en la vida corporativa de la iglesia constituye, en efecto, un tema que se repite en esta carta circular que llamamos Efesios. La solución de los problemas que aquejan a la iglesia hoy está en resolver los problemas del cristiano individual, y la solución para estos últimos es una Persona: el Espíritu Santo. El Espíritu es el antídoto para todo error, el poder para toda debilidad, la victoria para toda derrota, y la respuesta para toda necesidad. Está a disposición de todo creyente, por cuanto mora en su corazón y en su vida. La respuesta y el poder ya nos han sido dados porque el Espíritu Santo mora en nosotros. Hace algunos veranos estaba a punto de iniciar un viaje de tres semanas consecutivas para hablar en unos campamentos y dar conferencias, cuando caí con laringitis. Desesperadamente fui a ver al médico, en busca de alguna cura milagrosa que me permitiese cumplir con las obligaciones contraídas para esas tres semanas. Lo único que hizo el médico fue mandarme de vuelta a casa, diciéndome que me metiera en cama y que tomase grandes cantidades de líquidos. Pero no me conformé con esto. Me pareció que no estaba cumpliendo su deber como debía, porque había omitido recetarme algún medicamento potente. Ante mi insistencia, accedió por fin, y me dio unas pastillas sumamente caras y supuestamente potentes. Pero al mismo tiempo me dijo que el descanso y los líquidos contribuirían en forma más efectiva que la medicación. Pero la verdad es que yo no le creí. Por lo menos no obré como si le creyese, ya que comencé a tomar las pastillas fielmente cada cuatro horas al minuto. En cambio, sólo tomaba el agua necesaria para ayudarme a tragar las pastillas. De manera que cada cuatro horas tomaba dos tragos extra de agua. De algún modo logré recuperar la salud; sólo que fue a pesar de mi conducta, y no como consecuencia de ella.
Para acceder al poder espiritual deseo decirle que no existe ninguna fórmula nueva y asombrosamente diferente para adquirir poder espiritual. No existe la posibilidad que surja algo nuevo o que se agregue algo a aquello que Dios ya ha provisto, dado que nos ha concedido al Espíritu Santo para que more en nosotros. Se puede lograr con la misma facilidad que el agua, y no hacen falta pastillas costosas ni programas adicionales. Pero lo lamentable es que la mayoría de los cristianos obran como obré yo cuando tuve aquella laringitis. Buscamos la fórmula nueva, milagrosa, secreta, y pasamos por alto completamente el agua que está a nuestra disposición en forma gratuita. Nos arremolinamos alrededor del predicador que tiene algún nuevo secreto para el éxito, y dejamos en el olvido al Espíritu Santo que nos ha sido dado gratuitamente y que anhela darnos vida en abundancia. No es que necesitemos más de ese Espíritu; pero sí necesitamos desesperadamente conocerlo más, porque en la medida en que aumente nuestro conocimiento de él, crecerán nuestra fe y nuestro poder, y será mayor el control sobre nuestra vida. Con dicho fin hemos escrito este breve artículo. Es el anhelo del autor que su lectura proporcione un mayor conocimiento del Espíritu Santo, impulse a los lectores y estudiantes a entregarse completamente a su dirección, experimentando en plenitud sus muchos ministerios, a fin que el Cristo viviente, nuestro Señor, sea manifestado en la vida de todos los creyentes. Cuando así ocurra, sabremos que hemos aprendido bien la doctrina del Espíritu Santo.

sábado, 18 de julio de 2009

MOMENTOS MINISTERIALES: EN PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO

LA AYUDA DEL ESPÍRITU SANTO EN TIEMPOS DIFÍCILES.

La única esperanza que tenemos en medio de los eventos mundiales, es ver la vida desde la perspectiva de Dios. Con su ayuda, podemos más que simplemente sobrevivir; podemos vivir la vida abundante y compartirla con otros.









Permítame compartir un versículo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). El Todopoderoso Dios quien creó y sostiene todas las cosas por su gracia, en su poder, y para su gloria, descendió de la gloria y se vistió de humanidad. Y cuando regresó a su Padre, nos hizo una promesa: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” (Juan 14:18).

Dios quiere llenar a todo creyente con poder, amor y dominio propio. ¿Cómo lo sé? Porque la Palabra de Dios lo promete: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timote 1:7).

Jesús vino a darnos vida abundante en medio de los ataques de Satanás para robar, matar y destruir. ¿Está usted listo para vivir ese estilo de vida? Entonces continúe leyendo.

EL ESPÍRITU SANTO NOS DINAMIZA CON SU PODER

Algunos tenemos “mieditis” acerca del futuro. ¿Sabe por qué estamos temerosos? Porque sentimos que una gran fuerza viene en contra nuestra, mayor que la que está dentro de nosotros.

Debemos creer en la Palabra de Dios que dice: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?" (Salmo 27:1). Dios es su fortaleza.

¿Quiere usted tener esperanza en medio de la crisis? Entonces aférrese firmemente a la Palabra de Dios que proclama: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).

EL ESPÍRITU SANTO NOS ENRIQUECE CON AMOR

EL ESPÃRITU SANTO SU MEJOR AMIGO





El amor es una ponderosa fuerza para vencer el terror y el miedo. Si un terrorista le intimida a usted, él ha ganado. Si un terrorista logra que usted le odie, él ha ganado. Usted afirma: “¡Pero él es nuestro enemigo!” Cierto. No obstante, ¿qué dijo Jesús acerca de nuestros enemigos? Que debemos amarles (Mateo 5:44).

Déjeme decirle la diferencia entre el amor y el temor. El amor busca las oportunidades para dar; el temor es auto protector. El amor no piensa maldad; el temor no ve nada más. El amor nos moviliza hacia otras personas; el temor nos aleja de ellas. El amor es la señal de un creyente confiado en Dios; el temor es una señal de duda.

Le desafío a que encuentre a otra persona de una raza y religión diferente a la suya, y le muestre el amor sanador y esperanzador de Jesús. ¡Qué oportunidad de mostrar la diferencia que Jesús hace en nuestras vidas!

EL ESPÍRITU SANTO NOS ILUMINA CON DOMINIO PROPIO

El terror quiere que huyamos en estampida, pero el Espíritu Santo dice: “Ceñid los lomos de vuestro entendimiento” (1 Pedro 1:13). No deje que el diablo le robe de su mente la sabiduría de Dios. En Cristo, usted tiene toda la sabiduría del cielo a su disposición. En Cristo, usted tiene su sonrisa de gracia sobre usted.

Robert Lewis Stevenson contó la historia de un barco luchando por mantenerse a flote durante una tormenta. Los marineros estaban temerosos, y uno de ellos abandonó su puesto y fue hasta la cabina de mando para ver al capitán. Allí lo vio, con toda su fortaleza física y mental, luchando para mantener al barco alejado de las rocas, y timoneándolo con seguridad.

El capitán se volvió hacia él, y el marinero vio que estaba sonriendo. El marinero regresó donde sus compañeros y les dijo: “Estamos bien.” Pero le preguntaron: “¿Cómo lo sabes?” Él les contestó: “He visto el rostro del capitán, y él me sonrió.”

Existen sólo dos lugares en el mundo en donde no hay ninguna esperanza. Uno es el infierno, porque cuando usted está en el infierno, ha perdido toda esperanza. El otro es el cielo, porque ahí usted no necesita ninguna esperanza. Tanto y en cuanto Dios reina (y Él siempre reinará), hay esperanza. No necesitamos estar aterrorizados por nuestro adversario.

Contemple fijamente el rostro de Jesús. Dé un vistazo a todo lo demás. Dios todavía está en el trono.

FRENTE AL FRACASO ESTA CRISTO PARA AYUDARTE

UNA CÉLULA FOTOELÉCTRICA
por Carlos Rey

Su nombre: Javier Soliz. Su edad: cuarenta y dos años. Su domicilio: San Francisco, California. Su profesión: ingeniero electrónico.

Javier había sufrido uno de los traumas más dolorosos de la vida. Su esposa le había pedido el divorcio. El juez había decidido que sus dos hijos, Miguel, de diez años, y Jackie, de ocho, quedaran al cuidado de la madre. Javier estaba destrozado.

De los componentes de ese triste triángulo jurídico, formado por la esposa, el esposo y el juez, el único que no había tomado cartas en el asunto era Javier mismo. Fue así como decidió emplear sus dotes de ingeniero electrónico para hacerse valer. Preparó una pequeña célula fotoeléctrica, diminuta obra maestra de ingeniería, que con la luz del sol podía activar cualquier objeto que Javier quisiera. Y la puso en el borde de la ventana, apuntando hacia el oriente.

«Mañana, tan pronto como salga el sol —pensó—, terminarán mis penas.» Dicho esto, tomó pastillas para dormir y se sentó en un cómodo sillón, con la pequeña célula conectada a un cartucho de dinamita que había adherido a su pecho.

Lo demás fue crónica policiaca. No bien salieron los primeros rayos del sol esa mañana en San Francisco, la célula accionó el cartucho, y explotó la dinamita.

He aquí un suceso novelesco. Al parecer Javier lo tenía todo. Nadie sospechaba que algo andaba mal. Pero lejos de estar satisfecho con su vida, Javier se sentía tan vacío por dentro que no quería seguir viviendo. De ahí que se valiera del primer rayo del sol para escapar de su agonía.

En todo suicidio siempre son evidentes dos fracasos. El primer fracaso es el del suicida mismo que se siente incapaz de soportar por más tiempo la vida; el segundo es la pérdida total de la fe: la fe en sí mismo, la fe en los demás, la fe en la vida y la fe en Dios. Aquí cabe recalcar lo que se ha dicho tantas veces: El error más grande del suicida es negarle a Dios una última oportunidad de intervenir en su vida.

Es cierto que la vida suele abrumarnos con enormes responsabilidades. Y es también cierto que las penas pueden acumularse hasta llegar a ser más de lo que creemos poder aguantar. Pero es igualmente cierto que Dios tiene poder para quitarnos de encima ese peso que creíamos insoportable. Dios puede rescatar, del mismo borde del suicidio, a todos los que claman a Él.

Estas no son palabras huecas. Dios está cerca de cada uno de nosotros, y quiere intervenir en los asuntos de nuestra vida. Basta con que clamemos a Él para que llene ese vacío que tenemos por dentro y nos dé una razón para vivir.


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viernes, 17 de julio de 2009

EDIFICANDO SOBRE BASES FIRMES: CON CRISTO

CUANDO NO SE MIDEN LAS CONSECUENCIAS
por el Hermano Pablo



Fue una hazaña singular. En un lapso de tres meses Alejo Alberti, de dieciocho años de edad, construyó una casa. La hizo con sus propias manos y enteramente de trozos de árboles. Primero taló los árboles. Después cortó los trozos, todos del mismo tamaño. Y luego fue colocando trozo sobre trozo, ensamblados unos con otros hasta formar su casa de dos cuartos, cocina y baño. Todo esto ocurrió en las montañas de Catskill del estado de Nueva York en los Estados Unidos.
Pero Alejo no contó con el invierno. Y éste fue tan duro que no pudo aguantar el frío. Tuvo entonces que ir desarmando trozo tras trozo, hasta desmantelar una parte de la casa para, con el fuego de los trozos, poder calentar la otra parte. Cuando le quedaba sólo media casa, regresó a la ciudad.
¿Qué fue lo que le pasó a Alejo Alberti? No midió las consecuencias. Y cuando llegaron los malos tiempos, Alejo no estaba preparado. Es increíble cómo algunos pasan por esta vida sin prever las consecuencias y, cuando el mundo se les viene encima, se extrañan de que todo les vaya mal.
Hay quienes edifican una posición importante en la vida, luchando con paciencia y pericia durante muchos años. Logran seguir una carrera, fundar una empresa, ganar mucho dinero, comprarse varias casas. Se casan, crían hijos, los educan y, tras unos cuarenta años de lucha, obtienen el prestigio social que sus años de trabajo les han deparado.
¿Y qué ocurre entonces? Comienzan, por una loca aventura de amor, a derribar todo lo que pacientemente construyeron. Una mujer joven los cautiva con sus encantos, y cuarenta años de vida provechosa y fructífera quedan, en un momento, hechos cenizas en el fuego de una pasión otoñal.
Cada nada oímos de historias como éstas, que ocurren en los que se han ganado algún prestigio en esta vida. La pantalla grande y la chica han recogido más de una vez la historia de un hombre que, por ceder al fuego otoñal, que puede ser más destructivo que el juvenil, se hunde en el fracaso y en la degradación social.
Más vale que midamos las consecuencias. No nos lancemos al vacío sólo por una ilusión. La vida nos ha costado demasiado para hacerla cenizas en un instante. Pidámosle a Dios que nos ayude en esos momentos cuando una buena situación económica y social nos hace creer que podemos darnos cualquier gusto. Hagamos de Cristo el Señor de nuestra vida, antes que se destruya todo lo que hemos edificado.

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jueves, 16 de julio de 2009

¿ Que significa nacer de nuevo ?

Bienvenido a The New Life Mission. - Un Ministerio de Libros Cristianos Gratuitos



Para esparcir el evangelio del agua (bautismo de Jesús) y el Espíritu que permite a la gente resolver su problema de pecado basado en la pura Palabra de Dios revelada en la Biblia, The New Life Misión ha estado traduciendo y publicando libros Cristianos gratuitos en varios idiomas.

Aunque existen muchos Cristianos hoy, vemos que muchos de ellos de hecho solo van a la iglesia los Domingos, y en sus corazones no se encuentra ningún estándar claro ni Palabra de salvación. Pero Jesús dijo, "De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3:5).

¿Que significa aquí nacer de nuevo? Nacer de nuevo no es abandonar la vida pecadora de uno y comenzar una nueva vida después de creer en Jesús, como piensa la mayoría de la gente. Aunque esto sería bueno, esto en si mismo no es nacer de nuevo, ni ser salvo. Cuando la Biblia nos dice que debemos nacer de nuevo del agua y el Espíritu, significa que "los pecadores deben arrepentirse, creer en el bautismo de Jesús y en la sangre de la Cruz, y así recibir la remisión del pecado en sus corazones y convertirse en justos." En otras palabras, significa nacer de arriba. Este no es un cambio que viene de los seres humanos, sino que es una transformación que viene de Dios.

En 1 Juan 5:6-8, la Biblia dice, "Este es Jesucristo, el que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan en uno." Jesús vino a esta tierra por agua y sangre. Jesús nació del cuerpo de la Virgen María encarnado en carne de hombre, y cuando Él cumplió 30, Él fue bautizado por Juan el Bautista en el Río Jordán. Las obras de la salvación que nos hacen nacer de nuevo del agua y el Espíritu comenzaron con el nacimiento de Jesús, y mientras Él lavaba los pecados del mundo recibiendo Su bautismo de Juan el Bautista, el representante de la humanidad, en el Río Jordán.

Sabemos muy bien que Jesús fue condenado vicariamente en lugar nuestro derramando Su sangre sobre la Cruz. ¿Pero por qué Jesús, Dios Mismo quién era sin pecado, tuvo que soportar esta condenación sobre la Cruz? Existen causas y efectos en todas las cosas. El que Jesús muriera sobre la Cruz por nuestros pecados está muy relacionado al evento de Su bautismo, cuando Él fue bautizado por Juan el Bautista en el Río Jordán, lo cuál era una forma de la imposición de manos. El Apóstol Pedro dijo en 1 Pedro 3:21 el bautismo que corresponde a esto ahora nos salva. Entonces esto significa que Jesús vino por el bautismo y la Cruz.

En el bautismo de Jesús esta escondido el misterio de la remisión del pecado, el misterio de nacer del agua y el Espíritu. Si, a pesar de esto, ignoráramos este bautismo de Jesús y no lo creemos, entonces nosotros mismos estaríamos traicionando la voluntad de Dios y abandonado nuestra propia salvación. Los libros Cristianos gratuitos de The New Life Misión dan una explicación clara del estándar de salvación asentándolo sobre cimientos bíblicos sólidos y reales, y ellos se dirigen a los conceptos básicos de la salvación como el nacer de nuevo del agua y el Espíritu. Para más detalles, invitamos a nuestros visitantes a leer los libros Cristianos gratuitos que damos en formato impreso o electrónico.

miércoles, 8 de julio de 2009

La Respiración Espiritual

Por fe usted puede seguir experimentando el amor y perdón de Dios, Si usted se da cuenta que, en algún área de su vida, (una actitud o una acción) está desagradando al Señor, aún cuando usted está caminando con El y deseando servirlo sinceramente, simplemente dé gracias a Dios que El ha perdonado sus pecados - pasados, presentes y futuros - sobre la base de la muerte de Cristo en la cruz. Por fe, aprópiese del amor y perdón de Dios y continúe teniendo comunión con El. Si usted vuelve a tomar el trono de su vida a causa del pecado - un acto definido de desobediencia - respire espiritualmente.

La Respiración Espiritual (exhalando lo impuro e inhalando lo puro) es ejercicio de fe, que le capacita a continuar experimentando el amor y perdón de Dios.

1. Exhale - Confiese su pecado - esté de acuerdo con Dios en cuanto a su pecado y déle gracias porque El lo ha perdonado, de acuerdo a I Juan 1:9 y Hebreos 10:1-25.

La confesión implica arrepentimiento - un cambio de actitud y acción.
2. Inhale - Rinda el control de su vida a Cristo, y aprópiese (reciba) la llenura del Espíritu Santo por fe. Confíe en que ahora El le controla y capacita, de acuerdo a la orden de Efesios 5:18, y la promesa de I Juan 5:14,15.

¿Desea compartir su descubrimiento?

Si este folleto ha tenido significado para usted o le ha ayudado a conocer a Cristo personalmente, por favor regálelo o léalo a otra persona.

Millones de copias de este folleto han sido distribuidas en los principales idiomas alrededor del mundo. Como resultado, miles de cristianos han aprendido cómo experimentar el poder y control del Espíritu Santo momento a momento. A través de la vida abundante que Cristo promete y la cual ellos están ahora experimentando, han llegado a ser mas efectivos al compartir su fe en Cristo con otros.

La experiencia ha confirmado la validez del mandato de Cristo a los discípulos! de esperar hasta ser capacitados por el Espíritu Santo antes de ir al mundo a compartir las buenas nuevas de Su amor y perdón. La mayoría de los cristianos, cuando aprenden esta verdad respecto al Espíritu Santo, desean de todo corazón proclamar a Cristo y ayudar a cumplir la Gran Comisión en nuestra generación.

Como caminar en el Espíritu

La fe (confianza en Dios y Sus promesas) es la única forma por la cual el cristiano puede vivir una vida controlada por el Espíritu. Conforme usted continúa confiando en Cristo momento a momento:

1. Su vida mostrará cada vez más el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22.23), y será conformado más y más a la imagen de Cristo (Romanos 12:2; II Corintios 3:18).
2. La oración y el estudiar la Palabra de Dios tendrán más significado.
3. Usted experimentará Su poder al testificar (Hechos 1;8).

Estará usted preparado para el conflicto espiritual contra el mundo (I Juan 2:15-17); contra la carne (Gálatas S 16,17); y contra Satanás (I Pedro 5:7-9; Efesios 6:10-13).

Experimentará Su poder para resistir la tentación y el pecado -(I Corintios 10:13, Filipenses 4:13; Efesios 1:19-23; 6:10; II Timoteo 1:7; Romanos 6:1-16).

Como saber que usted esta lleno (controlado y capacitado) por el Espíritu Santo

¿Le pidió a Dios que lo llenara con su Espíritu Santo? ¿Está usted lleno del Espíritu Santo ahora? ¿En qué basa su seguridad? (En la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra Hebreos 11b; Romanos 14:22,23).

No dependa de sus sentimientos. Nuestra autoridad es la promesa de la Palabra de Dios y no nuestros sentimientos. El cristiano vive por fe, (confianza) en la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra. El dibujo del tren nos ilustra la relación entre Dios y su (hecho), la fe (nuestra confianza en Dios y Su Palabra), y los sentimientos (el resultado de nuestra fe y obediencia) (San Juan 14:21).
El tren caminará con o sin furgón de cola. Sin embargo, sería inútil tratar de accionar el tren por el furgón de cola. De la misma manera, nosotros, como cristianos, no dependemos de nuestros sentimientos o emociones, sino que ponemos nuestra fe (confianza) en la fidelidad de Dios y las promesas de Su Palabra.

Como orar en fe para ser lleno del Espíritu Santo

Somos llenos del Espíritu Santo por fe solamente. La oración verdadera es una forma de expresar su fe. La siguiente oración se sugiere como guía:

"Padre mío, yo te necesito. Me doy cuenta que he estado controlando mi propia vida, y como resultado he pecado contra Ti. Te doy gracias que Tú has perdonado mis pecados porque Cristo murió en la cruz por mi. Ahora le pido a Cristo que tome nuevamente el control del trono de mi vida. Lléname con tu Espíritu Santo como me ordenaste que lo estuviera y como prometiste en tu Palabra que lo harías si lo pedía en fe. Lo pido en el nombre de Jesús. Como una expresión de mi fe, te doy gracias ahora por llenarme con el Espíritu Santo y por tomar control de mi vida."

¿Expresa esta oración el deseo de su corazón? Si es así, incline su cabeza y pídale a Dios que lo llene con el Espíritu Santo ahora mismo.

4. Somos llenos (controlados y capacitados) del Espíritu Santo por fe. Solo asi podemos experimentar la vida llena y abundante que Cristo prometio par

Usted puede apropiarse la llenura del Espíritu Santo, ahora mismo, si usted:

1. Desea sinceramente ser controlado y capacitado por el Espíritu Santo (San Mateo 5:6; San Juan 7:37-39).
2. Confiesa sus pecados.

Por fe da gracias a Dios que El ha perdonado todos sus pecados - pasados, presentes y futuros- porque Cristo murió por usted (Colosenses 2:13-15; I Juan 1:2:1-3; Hechos 10:1-17).
3. Entrega cada aspecto de su vida a Dios (Romanos 12:1,2).
4. Por fe pide ser lleno del Espíritu Santo, de acuerdo a:
1. SU ORDEN - Sean llenos del Espíritu Santo."No se emborrachen, pues eso lleva a la perdición; al contrario, sean llenos del Espíritu Santo" (Efesios S:18).
2. SU PROMESA - Dios siempre responde cuando oramos conforme a Su voluntad. "Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, El nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido" (I Juan 5: 14,15).

La fe puede ser expresada a través de la oración.

3. Jesucristo prometio vida llena y abundante como resultado de ser lleno (controlado y capacitado) por el Espíritu Santo.

La vida llena del Espíritu es la vida controlada por Cristo, en la cual El vive Su vida en y a través de nosotros en el poder del Espíritu Santo (San Juan 15).

1. De acuerdo a San Juan 3:1-8, uno llegó a ser cristiano por medio del ministerio del Espíritu Santo. Desde el momento del nacimiento espiritual, el cristiano es habitado por el Espíritu Santo en todo momento (San Juan 1:12; Colosenses 2:9,10; San Juan 14:16,17). Aunque todos los cristianos son habitados por el Espíritu Santo, no todos son llenos (controlados y capacitados) por el Espíritu Santo.
2. El Espíritu Santo es la fuente de la vida abundante (San Juan 7:37-39).
3. El Espíritu Santo vino a glorificar a Cristo (San Juan 16:1-15). Cuando una persona es llena del Espíritu Santo, también glorificará a Cristo.
4. En Su último mandato, el Señor Jesucristo prometió que el Espíritu Santo nos capacitaría para serle testigos con poder (Hechos 1:1-9).

Entonces, ¿cómo puede uno ser lleno del Espíritu Santo?

2. Los Cristianos carnales no pueden experimentar una vida llena y abundante

El hombre carnal confía en sus propios esfuerzos para vivir la vida cristiana:

1. Desconoce o ha olvidado el amor de Dios, su perdón y poder (Romanos 5 8-10; Hebreos 10:1-25; 1 Juan 1;2:1-3, II Pedro 1:9; Hechos 1:8).
2. Experimenta "altibajos".
3. Tiene dificultad para comprenderse a sí mismo; desea hacer lo bueno pero no puede.
4. No descansa en el poder del Espíritu Santo para vivir la vida cristiana. (I Corintios 3:1-3; Romanos 7:15-24; 8:7, Gálatas 5:16-18).

El Hombre Carnal - Algunas o todas las siguientes fallas pueden caracterizar al cristiano que no confía plenamente en Dios:
(El Individuo que profesa ser cristiano pero que continúa practicando el pecado, debe darse cuenta que tal vez no sea cristiano en lo absoluto, de acuerdo a I Juan 2:3; 3:6-9; Efesios 5:5).

La tercera verdad nos da la única solución a este problema . . .

1. Dios ha provisto para nosotros vida llena y abundante.

Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia" (San Juan 10:10)

"Yo soy la planta, y ustedes son las ramas. El que sigue unido a mi, y yo unido a mi, da mucho fruto; pues no pueden ustedes hacer nada sin mi" (San Juan 15:5)

"Pero lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio No hay ninguna ley en contra de cosas como éstas" (Gálatas 5:22,23)

"Pero al venir el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y saldrán para | hablar de mi, tanto en Jerusalén como en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas del mundo" (Hechos 1:8).

El Hombre Espiritual - Algunas características personales que resultan de confiar en Dios:

El grado en que estas características se manifiestan en la conducta está en proporción directa a confiarle al Señor cada detalle de la vida, y de la madurez en Cristo. Una persona que está empezando a entender el ministerio del Espíritu Santo, no debe desanimarse porque no muestra tanto fruto en su vida como los cristianos maduros que han conocido y experimentado esta verdad por largo tiempo.

¿Por qué la mayoría de los cristianos no están experimentando la vida en abundancia?

3. El Hombre Carnal

Aquel que ha recibido a Cristo pero que vive en derrota porque confía en sus propios esfuerzos para vivirla vida cristiana)
"Con todo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente guiada por el Espíritu, sino como a personas puramente humanas, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di enseñanza sencilla, como a un niño de pecho se le da leche en vez de comida fuerte; porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. Pero ni siquiera pueden digerirla ahora porque todavía son puramente humanos. Mientras tienen envidias, discordias y divisiones, son puramente humanos y están haciendo lo que toda la gente hace" (I Corintios

2. El Hombre Espiritual

Aquél que es controlado y capacitado por el Espíritu Santo) "Pero la persona que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas ..." (I Corintios 2:15).

1. El Hombre Natural

(Aquél que no ha recibido a Cristo) "El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. No las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente" (I Corintios 2:14).

EL ESPIRITU SANTO

Cada dia puede ser una gran aventura para el Cristiano que conoce la realidad de ser lleno del Espíritu Santo y vivir constantemente, momento a momento, bajo Su control. La Biblia nos dice que hay tres clases de personas:

Alabar a Dios

Dios nos ha dado a su Hijo, Jesucristo, para que muriera por nuestros pecados. Dios nos ama y nos cuida. Nuestra respuesta hacia El debe ser de amarlo y adorarlo. Jesús nos enseño que el mayor mandamiento es “amar a Dios con todo tu corazón, espíritu, mente y fuerza.”

Podemos expresar nuestro amor por Dios diciéndole cuanto le queremos. Una forma de hacer esto es alabándolo por medio de canciones y música. La Biblia dice “Canta al Señor” Adoremos a Dios por ser El y por las cosas que ha hecho en nuestras vidas!

No tiene que tener una magnifica voz para cantar alabanzas al Señor. Puede enfocarse en Dios y expresar su amor hacia El en silencio o cantándole. Lo puede hacer en la iglesia al igual que en su tiempo libre.

DIA 30 PORTADORES DE LA LUZ

¿Cuál es la manera más eficaz en que puedo ayudar a los demás?

Éste es el día final de la serie. Si usted ha seguido estos estudios hasta este momento, ha comenzado a poner en su lugar unos sólidos cimientos para su vida de creyente. Mi meta desde el principio era ayudarlo a explorar unas cuantas verdades básicas y establecer esquemas de pensamiento acerca de su vida espiritual. Era impulsarlo hacia un futuro en el cual mantenga una relación vital con Cristo. Me siento profundamente agradecido si se han obtenido esas metas. De hecho, pocas cosas me podrían dar un gozo mayor que saber que usted va bien adelantado en su camino hacia un andar creciente, provechoso y lleno de propósito con el Señor Jesucristo.

Ahora lo quiero exhortar a ser portador de la luz que ha recibido. Ahora puede convertirse en una luz que ayude a otros. La luz es una poderosa metáfora en la Biblia, y siempre es presentada en contraste con las tinieblas.

* En el principio de la creación, cuando las tinieblas cubrían la tierra, Dios se limitó a decir: “Sea la luz”… y hubo luz (Génesis 1:3).
* Jesús entró como Luz a este mundo caído lleno de oscuridad: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece” (Juan 1:4, 5).
* En una ocasión, Jesús perdonó a una mujer atrapada en adulterio, y dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Cuando usted llegó a Cristo, salió de las tinieblas y recibió esa luz. Pablo hace esta observación: “El cual [el Padre] nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Colosenses 1:13). Y Pedro dice: “Os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).

Un aspecto fascinante que tiene la luz es que siempre extingue las tinieblas. Basta que se encienda una sola vela en un cuarto a oscuras, para que ilumine todo lo que hay en ese cuarto. Hasta la Internet la podemos considerar desde la perspectiva de las tinieblas y la luz. Alguien me dijo que la Internet es tinieblas entre el 80 y el 85 por ciento. Tal vez así sea, pero yo alabo a Dios por el quince por ciento que es luz, porque sabemos que esa luz terminará venciendo a las tinieblas. El hecho de poder enviar estos estudios a todos los rincones del mundo, algunos de los cuales se hallan sumidos en una densa tiniebla, da testimonio del poder de la luz.

¿Cómo puede ser usted portador de la luz?

* Si ha encontrado la verdad del Evangelio en un portal de la web, dele a conocer ese portal a algún amigo. Si quiere compartir mi historia, la encontrará en www.LifesGreatestQuestion.com.
* Busque las puertas que el Señor le abra para hablarle de Cristo a algún familiar suyo, amigo o compañero de trabajo.
* Deje que su vida transformada se convierta en un rayo de luz mientras la luz de Cristo fluye a través de usted. Recuerde que nosotros sólo somos los que conducimos la luz. La que va a llegar hasta la vida de las otras personas es la luz de Cristo que hay en nosotros.

Termino este estudio con la encomienda que Jesús les hizo a sus seguidores en el Sermón del Monte, y que aparece en Mateo 5:14-16. Es un desafío dirigido a usted y a mí, para que seamos portadores de su luz dondequiera que Él nos lleve por el resto de nuestros días.

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Que el Señor lo bendiga y lo guarde siempre.

John Beckett
Pensamiento final Llevaré su luz a otros que se hallan en medio de las tinieblas.

© JOHN D. BECKETT

DIA 29 LOS PASOS SIGUIENTES

Y después de esto, ¿qué hago?

Hace algunos días, estaba en una reunión con una dama que tiene ya ochenta años de edad. Es una de las cristianas más piadosas y maduras que he conocido jamás. Sin embargo, en un momento dijo con tristeza: “No estoy ni cerca siquiera de donde quisiera estar en mi vida de oración”. No era una falsa humildad. Era el clamor del corazón de alguien que ha ido lo suficientemente profundo con el Señor para saber que aún hay mucho más.

Cuando nos damos cuenta de esto, no nos debería desalentar, sino más bien, debería servirnos como fuerte motivación para buscar nuestro crecimiento espiritual con una intrépida pasión. Pablo ya se hallaba cerca del final de su vida cuando, después de haber visto evidencias increíbles del poder y la provisión de Dios, dijo: “A fin de conocerle…” (Filipenses 3:10). Esa misma pasión fue la que lo llevó a decir, como habría podido exclamar un gran atleta que se está esforzando por llegar a la meta:

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:12-14, cursiva del autor).

T. Austin Sparks describe de esta forma la maravilla y el reto que significa para nosotros el crecimiento en Cristo:

El efecto de la obra del Espíritu Santo en nosotros consiste en llevarnos hasta la orilla de un poderoso océano que se extiende muchísimo más allá de lo que nosotros podríamos alcanzar, y con respecto al cual sentimos: ¡Qué profundidad, qué plenitud la de Cristo! Si pudiéramos vivir tanto tiempo como el hombre que más haya vivido, seguiríamos estando sólo en el borde de esta vasta plenitud que es Cristo (Sparks, The School of Christ, “La escuela de Cristo).

Estos estudios terminarán mañana. Usted los ha estado haciendo durante treinta días, y lo quiero felicitar. Sin embargo, tengo la esperanza de haberlo inspirado a seguir adelante; a dar el siguiente paso, y después el siguiente a éste. Por mucho terreno que hayamos recorrido en estos treinta días, sólo habremos “llegado a la orilla de un poderoso océano”. ¡Hay muchísimo más! Y Dios nos ha dado la capacidad necesaria para recibir mucho más.

Espero que ya en estos momentos esté acostumbrado a buscar las citas bíblicas; al menos, las que hay en este estudio. También espero que esté comenzando a leer la Palabra cada día por su propia cuenta, dejando que sus virtudes les den forma a sus pensamientos y acciones. Sería maravilloso saber que usted ha hecho algunas amistades cristianas, y que se están reuniendo, orando juntos, cuidando mutuamente de sus necesidades. Qué bueno sería saber que usted está escuchando una enseñanza sólida basada en las Escrituras. Y lo más importante de todo, confío en que se esté acercando cada vez más al Señor mismo, sintiendo su amor, y fortaleciéndose con la gracia que sólo Él puede dar.

Por último, debo decirle que hay algunos materiales de estudio adicionales que puede encontrar en la Internet. Aproveche estos recursos para seguir creciendo. No lo abandone; al contrario, haga del crecimiento continuo su prioridad más elevada. Confíe en que el Espíritu Santo le va a proporcionar lo que necesite, recordando que “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).

Un portal excelente de la web por medio del cual se puede conectar con diversos recursos valiosos y bien probados, es LookToJesus.com. En este portal hallará Diez Pasos Básicos, Conceptos Transferibles y otros materiales útiles.

Hay también varios portales más de la web en inglés, algunos de ellos con estudios para todos los días del año:

* My Utmost for His Highest: MyUtmost.org
* Experiencing God: SWCBC.org
* Purpose Driven Life: PurposeDrivenLife.com
* Las ayudas de John Beckett para el estudio: MasteringMonday.com



Texto bíblico clave: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe (2 Timoteo 4:7).

Pensamiento clave: ¡Hay tanto más! Conocer a Cristo es una empresa para toda la vida.

Key Scripture I have fought the good fight, I have finished the race, I have kept the faith (2 Timothy 4:7).
Key Thought There is so much more! Knowing Christ is a lifelong pursuit.

© JOHN D. BECKETT

DIA 28 CERCA DE LA CRUZ

¿Por qué es tan vital para mí el sufrimiento de Jesús en la cruz?

Al acercarnos ya al final de nuestros estudios, quiero exhortarlo a “vivir cerca de la cruz”. Esto significa vivir en todo momento en la realidad de lo que Jesús nos proporcionó por medio de su sacrificio.

La primera vez que oí que alguien me exhortaba a “vivir cerca de la cruz”, se me hizo extraño. La cruz es el lugar donde se produjo una muerte terrible. Allí es donde casi todos abandonaron a Jesús. ¿Por qué iba yo a querer vivir en un lugar así? La razón es que la cruz es el lugar definitivo de victoria, y mientras más cerca estemos de ella, más cerca estamos de ese triunfo. Tal como profetizó Isaías y volvió a decir Pablo, en la cruz se “destruirá a la muerte para siempre; será sorbida en victoria” (vea Isaías 25:8; 1 Corintios 15:54).

La manera más provechosa que he encontrado de entender los beneficios de la cruz sobre mi vida, ha sido meditar sobre los intercambios que se produjeron en ella (cortesía de un pequeño folleto publicado por el ministerio de Derek Prince).

* Por medio del castigo recibido por Jesús, nosotros fuimos perdonados (Isaías 53:4-5).
* Jesús fue herido en el Calvario para que nosotros fuéramos curados (Isaías 53:4-5).
* Por medio de la muerte de Jesús, nosotros somos capaces de recibir su vida (Hebreos 2:9).
* Jesús soportó nuestra pobreza para que nosotros pudiéramos compartir su abundancia (2 Corintios 8:9).
* Jesús soportó nuestro rechazo para que nosotros pudiéramos tener su aceptación ante el Padre (Efesios 1:5-6).
* Jesús fue hecho maldición para que nosotros pudiéramos entrar en la bendición (Gálatas 3:13).

Lo que salió de estos intercambios define el contorno de su nueva vida en Cristo. Medite en cada uno de ellos con detenimiento, porque cuando su fe sea probada, cuando tenga dudas, cuando luche en algún aspecto determinado, se podrá apropiar de todo aquello que surgió de la obra consumada por Jesús en la cruz. Jesús no dejó nada incompleto; nada que tuviera que terminar en una fecha futura.

A pesar de todo esto, tal vez usted se siga preguntando por qué es importante vivir cerca de la cruz. Pensémoslo de esta manera: la cruz es como el nacimiento de un río. A medida que el río va fluyendo, se va pareciendo menos a su fuente. Recoge sustancias contaminantes. Se llena de lodo. Es menos puro. ¿Acaso no es ése el problema de gran parte de la “religión” contemporánea? A causa del tiempo, el descuido y la influencia de los métodos humanos, el mensaje central se distorsiona, dejando sólo una “sombra”, y no la “sustancia” (vea Colosenses 2:17). Usted necesita volver a la Fuente, y esa fuente es la cruz de Jesucristo.

¿Cómo se vive cerca de la cruz? Supongamos que alguien lo ofende. Es posible que usted no tenga deseo alguno de perdonarlo. Dirá: “Ella fue la que actuó mal”, o “Él es el que tiene que venir a mí para disculparse”. Pero cuando usted se acerca a la cruz, se da cuenta de que está recibiendo un nuevo impacto del increíble perdón de Jesús hacia usted cuando cargó sobre sí todo el castigo que usted se merecía. Esto le da la capacidad necesaria para perdonar a la persona que lo ha ofendido, sin importarle ya quién tiene la culpa. Y aunque tal vez no sienta deseos de perdonar (y es muy posible que después llegue a sentirlos), de hecho, sí puede perdonar. Puede decir: “Perdono a mi amigo”; “Perdono a mi padre o a mi madre”. Lo mismo sucede en otros aspectos. ¿Siente usted como si hubiera una maldición sobre su vida? En la cruz se dará cuenta de que Jesús se hizo realmente maldición por usted, para que usted pudiera recibir sus bendiciones. ¿Está batallando con el rechazo? En la cruz encuentra su asombrosa aceptación, aun a pesar de todo el mal que usted haya hecho, o pueda llegar a hacer en el futuro.

Dele gracias a Dios, porque su vida no está destinada a la derrota, el desespero, la indigencia o la degradación. Pablo dice que en Cristo, usted es “más que vencedor” (Romanos 8:37). Usted está pensado para “reinar en vida” (Romanos 5:17). Y si usted puede vivir en victoria, se debe a una razón; una sola. No tiene nada que ver con las buenas obras que usted haga, ni con los ritos que observe. No es algo que usted pueda hacer por sí mismo. Se debe únicamente a la cruz de Jesucristo. Viva cerca de la cruz. Es la puerta a la libertad.
Texto bíblico clave [Jesús,] por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios (Hebreos 12:2).
Key Thought Viviré toda mi vida cerca de la cruz de Jesús, que es el lugar de mi victoria.

© JOHN D. BECKETT

DIA 27 CUANDO TROPEZAMOS

¿Cómo me levanto después de haber caído?

Uno de los momentos más críticos en la vida del creyente es cuando tropieza. Todos somos vulnerables, y a todos nos sucede en algún momento. Vamos hacia delante, progresando en nuestro caminar cristiano. Estamos conociendo a Dios. Estamos adaptando nuestra vida mental. Estamos venciendo algunos malos hábitos. Y entonces, ¡allá va! Sin aviso alguno, hacemos algo “realmente tonto”. Tal vez sea un arranque de ira por algo, o contra alguien, en un enojo desenfrenado. O quizá, precisamente cuando nos estábamos comenzando a liberar de un hábito sexual impuro, regresamos a él, como si no hubiera cambiado nada en nuestra vida. O puede que tengamos un repugnante momento en que nos hemos regocijado por el fracaso de otra persona, hinchándonos con un feo orgullo.

Nuestros próximos pasos después de ese tropiezo tienen una importancia muy real. ¿Por qué? Porque inmediatamente después del fallo, o retrocedemos en nuestra relación con el Señor, o nos acercamos a Él más que nunca. Nos hallamos en una encrucijada del camino. Veamos dónde nos llevan estas sendas opuestas.

En una de las sendas, la persona se va distanciando cada vez más de Dios. Tal vez se sienta abrumada por la culpa ante lo que ha hecho, y piense: “Lo eché todo a perder. Soy un fracasado. No soy digno. Dios no me quiere así como soy”. O tal vez se sienta endurecido, y se justifique a sí mismo diciendo: “Se merecía todo lo que le dije”, “Ella me enredó para que tuviera esa caída moral. La culpa es de ella”. Mientras más se aleje usted por este sendero, más difícil le va a ser recuperarse. Hay quienes nunca se recuperan. Abandonan su fe, y renuncian a tratar de seguir caminando con Jesús. Es triste que el mundo esté repleto de personas que una vez creyeron, pero que se han extraviado hasta llegar muy lejos. El escritor de la epístola a los Hebreos hace esta advertencia, que se nos aplica a todos: “No sea que perdamos el rumbo” (Hebreos 2:1, NVI).

En cambio, la otra senda lo puede restaurar a una intimidad más estrecha aún con Dios. Un texto bíblico anterior promete que Dios nos ha proporcionado “todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3, NVI). Aquí se incluye una manera perfecta de volver a Él después de haber tropezado. En primer lugar, es importante que esté consciente de que va a tropezar. Aun en el mejor de los casos, usted es totalmente indigno cuando se lo compara con un Dios santo. En segundo lugar, cuando usted falla, el Señor lo está vigilando y protegiendo. Vea esta garantía dada por el rey David, quien conocía muy bien lo que son los fallos:

El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano (Salmo 37:23, 24, NVI).

En tercer lugar, usted se puede acercar a Dios con una sinceridad total acerca de su fallo, y pedirle perdón. Recuerde que Él sabe todo lo que usted ha hecho, e incluso lo que ha estado pensando. No hay manera de sorprenderle. Pero es necesario que usted tome la iniciativa a la hora de regresar. ¿Cuál es la reacción de Dios cuando alguien se humilla y se acerca a Él? Escuche lo que dice el apóstol Juan: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Hay aquí una grandiosa promesa y una maravillosa realidad. No le podría decir la cantidad de veces que yo he tenido que caminar por esta senda. Sin embargo, una cosa sí sé, y es que cada vez que lo he hecho, el Señor ha sido totalmente fiel y me ha perdonado. Usted puede ser purificado y restaurado, por lamentable que haya sido su error.

Por último, por su propio bien le recomiendo que lo haga cuanto antes. Y tantas veces como le sea necesario… no sólo cuando se trate de una gran caída, sino también de las pequeñas. Cuando lo haga, irá descubriendo cada vez más el amor de Dios por usted, y hallará que el amor y la confianza que usted ha puesto en Él se vuelven cada vez más profundos.
Texto bíblico clave Si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo (1 Juan 2:1, NVI).
Pensamiento clave Yo no soy perfecto, pero he sido perdonado.

© JOHN D. BECKETT

DIA 26 EN, PERO NO DE

¿Cómo mantengo el equilibrio en mi vida diaria?

Uno de los grandes dilemas de la vida cristiana es saber cómo nos debemos relacionar con el mundo que nos rodea. En mi caso, esto ha constituido un reto de toda la vida. Tal como dije con anterioridad, sé que he sido “llamado” al mundo de los negocios. Sin embargo, con ese llamado me encuentro funcionando a diario en medio de un ambiente que no es cristiano. Muchas veces me relaciono con personas que no conocen a Cristo, y es posible que no tengan interés alguno en mis creencias (hasta puede que sean contrarios a ellas). Tengo que enfrentarme con ideas e ideales que están sumergidos en el materialismo, el egoísmo y la codicia. Trabajo junto a otros cuyo estilo de vida y cuyos hábitos son contrarios a los esquemas bíblicos. El “mundo caído” nunca está lejos de mí.

Cuando tratamos de navegar por las turbulentas aguas del mundo que nos rodea, podemos cometer dos tipos de errores. Uno de ellos consiste en aislarnos, la dirección que llevan al extremos aquéllos que se han unido a diversas órdenes monásticas a lo largo de la historia. De hecho, este enfoque nos mantiene separados del mundo tan confuso que nos rodea. Ahora bien, si nuestro aislamiento les roba a otros el testimonio de un seguidor de Jesús lleno del Espíritu, ¿acaso no será un egoísmo de parte nuestra?

El otro error consiste en asimilarnos; en parecernos tanto a los que nos rodean, que no exista ninguna diferencia visible. Con frecuencia, éste es el estado mental de los creyentes que llevan dos vidas: una vida religiosa (digamos que en el hogar y en los fines de semana) y una vida en el lugar de trabajo, donde el enfoque espiritual queda silenciado porque hay que trabajar “en el mundo real”. En el último libro del Asambleas de Dios, el profeta Malaquías profetizó que llegaría un día en que habría una clara distinción entre los justos y los injustos; entre los que sirven al Señor y los que no le sirven (vea Malaquías 3:18). Nuestra vida debe reflejar esa distinción. Debemos ser diferentes en aquellas formas que sean importantes, al mismo tiempo que permanecemos accesibles en las otras formas que nos comprometen en la vida de los demás.

Jesús fue modelo de un enfoque en el cual ni se aisló ni se dejó asimilar, y eso fue lo que nos enseñó. Él interactuaba continuamente con las personas donde mismo ellas estaban, en “las plazas de mercado” de sus tiempos. Tomó a sus colaboradores más estrechos de entre personas con un oficio y profesionales, y sus enseñanzas se centraron en el mundo cotidiano: “El sembrador salió a sembrar”; “El reino de los cielos es semejante a un mercader” (vea Mateo 13:3, 45). Aunque Él se sumergió por completo en el mundo que lo rodeaba, lo hizo sin perder ni un ápice de su consagración al Padre, y sin desviarse lo más mínimo de su integridad o de sus valores.

Las enseñanzas de Jesús estaban de acuerdo con su ejemplo personal. Cuando oró por sus discípulos, dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Juan 17:15). A sus seguidores les indicó: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mateo 5:13). (La sal tiene las cualidades de limpiar, dar sabor y conservar los alimentos, pero no sirve de nada si se la mantiene metida en una caja o en una botella).

Usted no ha recibido una vida nueva para que se aísle, ni ha sido transformado sólo para que se asimile. Ha sido llamado a Cristo, en primer lugar para que sea suyo con corazón, alma, mente y fuerzas, y después enviado en su poder a un mundo necesitado. Esto es lo que dijo Pablo: “Somos embajadores en nombre de Cristo… colaboradores suyos” (2 Corintios 5:20; 6:1).

Billy Graham compara su papel en el mundo con el de la Corriente del Golfo cuando desemboca en las frías aguas del océano Atlántico: “La Corriente del Golfo está en el océano, pero no forma parte de él. Los creyentes están en el mundo, y sin embargo, no deben dejarse absorber por él”. El calor que llevan las aguas de la Corriente del Golfo afecta profundamente al clima de muchos lugares del mundo. De hecho, en las costas de Escocia crecen palmeras, mientras que más al este, en la misma latitud, se encuentra la Siberia, que experimenta uno de los inviernos más crudos del mundo. Como la Corriente del Golfo, es necesario que usted retenga su identidad y su razón de existir, pero que también afecte al clima que lo rodea, al lugar donde vive y al lugar donde trabaja. Usted está en el mundo, pero no es de él.
Texto bíblico clave Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo (Juan 17:18).
Pensamiento clave Es muy posible que yo sea la única Biblia que llegue a leer mi vecino.

© JOHN D. BECKETT

DIA 25 EL LLAMADO

¿Cómo puedo servir a Dios en mi trabajo?

Nuestro “llamado” primario siempre es el de acercarnos a Cristo. Os Guinness dice en su obra The Call (“El llamado”): “En primer lugar, y por encima de todo, somos llamados a Alguien (Dios), no a algo (como la maternidad, la política o la enseñanza) o a algún lugar (como a los barrios bajos o a la Mongolia Exterior)” (p. 31). Sin embargo, los que somos llamados a Cristo, también somos “llamados” en el sentido de tener una vocación que cumplir. El plan de Dios para nosotros incluye nuestro trabajo.

En los círculos cristianos es común la idea de que los creyentes no pueden servir a Dios a plenitud, a menos que entren en algún tipo de trabajo cristiano “a tiempo completo”, como misioneros, ministros u obreros de iglesia. La raíz de esta manera de pensar es el punto de vista sostenido durante tanto tiempo, según el cual hay una clara división entre lo “sagrado” y lo “secular”, siendo lo sagrado lo más elevado, noble y digno, y lo secular lo más bajo, menos noble y menos digno. Sin embargo, no es éste el punto de vista sostenido por Jesús, ni por sus seguidores. A. W. Tozer, en The Pursuit of God (“La búsqueda de Dios”), se refiere a esa cuestión de esta forma:

Uno de los grandes obstáculos que impiden la paz interior del cristiano es el hábito tan común de dividir nuestra vida en dos aspectos: el sagrado y el secular. Sin embargo, este estado de cosas es totalmente innecesario… Es una creación de la mala comprensión de las cosas. La antítesis entre sagrado y secular no tiene fundamento alguno en el Nuevo Testamento.

Cuando quitamos esta división de nuestra manera de pensar, esto tiene profundas consecuencias para nuestro trabajo diario. La realidad es que Dios llama a las personas a una inmensa variedad de empresas honorables, desde educadores hasta ingenieros, desde escultores hasta científicos, desde campesinos hasta obreros de fábrica, desde técnicos médicos hasta madres en casa con sus hijos. Si recibimos un llamado vocacional así, podemos responder a él con el mismo sentido de propósito y de intensidad que lo haríamos con cualquier otro llamado. El reto consiste en mantener nuestras actividades, ya se trate de diseñar un puente o de cantar en el coro de la iglesia, en armonía con los designios de Dios, en lugar de que estén opuestas a esos designios. Podemos preguntarnos: “¿Son correctas mis motivaciones? ¿Son correctos mis métodos? Si Cristo estuviera aquí de pie junto a mí, mientras manejo esta maquinaria o pinto este cuadro, ¿haría yo algo de una manera distinta?

Después de hacerme cristiano, yo luché con esa tensión entre lo sagrado y lo secular. La mayoría de los demás creyentes que yo conocía, estaban empleados haciendo trabajos relacionados con la iglesia. Mis intereses y mi preparación parecían señalar hacia una carrera de ingeniería y negocios, pero tenía la persistente sensación de que esas actividades eran “menos dignas”. ¿Cómo podría hallar lo más alto de lo que Dios quería para mi trabajo? Yo no quería ser un “ciudadano de segunda”.

Después de un extenso tiempo buscando la voluntad de Dios, me di cuenta de que en realidad, Él me quería guiar. No escuché ninguna voz audible, pero sentí que Él me decía: “John, yo te he llamado a los negocios. Hazlos con todo el corazón”. Como se podrá imaginar, esta claridad fue inmensamente liberadora. Me liberó para seguir con todas mis fuerzas los negocios como mi llamado en la vida, un caminar en el que llevo ya más de cuatro décadas.

¿Tiene usted claro cuál es su llamado vocacional? Yo creo que el Señor le quiere dar seguridad en la profesión que escoja. He aquí algunos indicadores que le podrían ayudar. Pregúntese: ¿En qué cosas soy bueno? ¿Qué disfruto realmente? ¿Hacia dónde señalan mis estudios y mi experiencia? ¿Dónde siento que estoy agradando a Dios?

Tal vez usted vea en su vida unos esquemas que le proporcionen una orientación clara, como si una Mano invisible hubiera estado obrando para guiarlo, aun antes que usted se comprometiera plenamente a seguirle.

La mayor parte de las horas que usted esté despierto, las va a pasar trabajando. Es muy importante que responda a un llamado. En la vida hay más que un simple hacer un trabajo para ganarse un cheque. Dios lo llama y le da un propósito para su vida, allí mismo donde usted se encuentra; en su mismo lugar de trabajo.
Texto bíblico clave Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres (Colosenses 3:23).
Pensamiento clave Yo puedo ser un “fontanero ordenado”.

P.D.: Si desea una explicación más completa de la división entre sagrado y secular, y de la forma en que afecta a su trabajo, le recomiendo que visite el e-libro Loving Monday (“Amar el lunes”), segunda parte (en inglés), en www.lovingmonday.com.

© JOHN D. BECKETT

DIA 24 UN PUNTO DE VISTA ETERNO

¿Cómo me mantengo centrado en aquello que es perdurable y que tiene la mayor de las importancias?

Cuando estamos estudiando para un examen, cambiándole los pañales a un bebé o cerrando un trato de negocios, nos es difícil pensar gran cosa en la eternidad. La mayor parte del tiempo, nuestra atención se centra en lo próximo que tenemos que hacer; en aquello que tenemos delante de nuestros ojos.

Sin embargo, el rey Salomón, a quien Dios le dio una gran sabiduría, dijo: “Y [Dios] ha puesto eternidad en el corazón de ellos” (Eclesiastés 3:11). Por eso, aunque nos encontremos en medio de las presiones de la agitación diaria, muy dentro de nosotros sigue habiendo algo que nos llama a comprender lo eterno; aquello que es perdurable, y que tiene la mayor de las importancias. (Dicho sea de paso, esta añoranza se evidencia en preguntas de búsqueda que han llevado a las personas a leer este estudio, como la de “¿Qué hay después de esta vida?”).

Nuestra ventana a la dimensión eterna es la Biblia. (Tengo que decirle que yo pondría en tela de juicio toda fuente que no fuera la Biblia, y que dijera saber cómo es la eternidad, o qué nos depara el futuro). Jesús describió de esta forma la vida eterna: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

Las Escrituras sostienen que la promesa de la eternidad es tan segura como la realidad de esta vida. Cuando Jesús dijo: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo *unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16, NVI), estaba reafirmando la existencia de un enlace directo e inmutable entre la fe y la eternidad. Cuando nos entregamos a Jesús, Él nos abre gozoso y lleno de amor el camino para que estemos con Él por siempre. La eternidad causa un profundo impacto en nuestra vida aquí en la tierra, y también en la vida futura; la vida más allá de la muerte.

Nuestra unidad íntima y eterna con el Señor y con nuestro Dios es tan maravillosa, que sobrepasa infinitamente todo precio que haya que pagar, y todo sufrimiento que tengamos que soportar en esta vida, aunque sea la vida misma. La eternidad, y en ella se incluye la vida futura, es aquello para lo cual fuimos hechos, verdad que nos presenta el apóstol Pablo:

Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús (Efesios 2:6, 7).

Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya (Filipenses 3:20, 21).

Si usted mantiene ese punto de vista —el punto de vista de la eternidad— se va a convertir en la fuente principal de gozo verdadero para usted, y le dará la energía que necesita para perseverar, cualquiera que sea la prueba. Pablo dijo que “la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza” (Romanos 5:3, 4).

Por gratificante o llena de pruebas que sea su vida diaria, comparada con los propósitos eternos que Dios tiene con nosotros, no es más que un momento; un vapor que se esfuma. Gracias a Dios, el plan que Él tiene para usted es tan grande, tan extraordinario, que ni siquiera le es posible imaginárselo. Ciertamente, Él le ha puesto la eternidad en el corazón, y tendrá un cuidado infinito para lograr que sus añoranzas más profundas sean eternamente cumplidas eternidad.
Texto bíblico clave Guíame en el camino eterno (Salmo 139:24).
Pensamiento clave Yo he sido diseñado para la eternidad.

© JOHN D. BECKETT

DIA 23 CONFIAR EN DIOS EN CUANTO AL FUTURO

¿Está seguro mi futuro en sus manos?

Según vamos creciendo en nuestra relación con el Señor, vamos descubriendo que cada vez podemos confiar más en Él. Cuando Wendy y yo estábamos comenzando nuestra familia, nos pasábamos largas horas conversando acerca de la clase de mundo que encontrarían nuestros hijos. (Es probable que todas las generaciones hayan tenido esa misma preocupación). Aunque nos seguimos preguntando hacia dónde se dirige este mundo tan lleno de tribulaciones, ha crecido nuestra tranquilidad en cuanto a que nuestro futuro se halla seguro en las manos de Dios. Más que limitarnos a confiar en Él en todo lo que suceda, confiamos en Él en cuanto a lo que va a suceder.

A esta confianza le da seguridad la comprensión de que la historia no es sólo la historia de la humanidad. Es la historia del Señor, su propia historia. Tiene un principio y un final. No es circular, como afirman algunas religiones, sino lineal. Hay tres puntos principales que definen la trayectoria del ser humano.

La creación. La frase con la que comienza la Biblia es “En el principio” (Génesis 1:1), y Jesús estaba presente: “Éste era en el principio con Dios” (Juan 1:2). A partir de este punto, la historia se va desarrollando de forma sistemática y progresiva.

La redención y la restauración. El nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús se convirtieron en el cumplimiento del plan de Dios para restaurar su relación con su creación, y el punto de apoyo sobre el cual giran todos los sucesos mundiales.

La consumación. La historia culminará en lo que Pablo llama la “consumación” o el “cumplimiento de los tiempos”, en el cual Dios reunirá “todas las cosas en Cristo… así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Efesios 1:10).

En estos momentos nos hallamos en el período que terminará con la consumación. Lo más probable es que en los tiempos que tenemos por delante veamos unos retos y unas dificultades cada vez mayores en toda la tierra, pero podemos descansar tranquilos, en la seguridad de que Dios tiene el control firme y pleno de todo.

Entonces, ¿dónde encajamos nosotros en todo esto? Desde nuestra limitada perspectiva, es posible que nos parezca que las cosas de la vida diaria suceden al azar, y sin conexión entre sí, como si estuviéramos mirando uno por uno los hilos de un tapiz desde el revés de la tela. Sin embargo, desde el punto de vista de Dios no hay nada al azar. Él ve el tapiz desde arriba, y lo que ve es un esquema exquisito. Cada persona y cada suceso tiene su razón de ser, ya se trate de un nacimiento, de una muerte, de los resultados de unas elecciones, de una derrota militar o un descubrimiento de la tecnología (como la computadora que usted está usando ahora mismo).

La forma en que se van a producir los sucesos futuros, sencillamente no la sabemos. Pero Dios sí la sabe, y una vez más, podemos confiar por completo en Él. Eso no quiere decir que nos volvamos pasivos, y tomemos la actitud de aceptar que venga lo que venga, sino más bien lo opuesto. Tal como nos lo indicó Jesús, debemos estar vigilantes y muy atentos, sobre todo mientras más se acerca el fin (vea Mateo 24:42).

Uno de mis textos bíblicos favoritos define las reglas del combate y el enfoque que deben tener nuestros afectos mientras atravesamos el presente rumbo al futuro:

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios (Hebreos 12:1, 2).

Imagínese: los pioneros de la fe contemplándolo mientras usted corre su carrera. Cuán apropiado es el consejo de que se desprenda de todo lo que pese y mantenga los ojos firmemente fijos en Jesús, Aquél que ya ha ganado la victoria.

Aprenda de memoria estos versículos de Hebreos y haga de ellos su inspiración diaria. Pase lo que pase, puede tener la seguridad de que el Señor, que estaba presente en el principio, y ha estado presente todo el tiempo, es el que va a escribir el último capítulo, y que va a ser un capítulo glorioso.
Texto bíblico clave Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin (Apocalipsis 21:6).
Pensamiento clave Lo esencial en la historia es la historia de Dios. Gracias a su amor y su interés por mí, yo formo parte de esa historia.

© JOHN D. BECKETT

DIA 22 LAS TENTACIONES

¿Por qué sigo teniendo estos pensamientos?

Necesitamos estar conscientes de que existe una fuerza tenaz y destructora que obra en la vida del creyente. Se llama “tentación”, y es el efecto continuo de nuestra vida y nuestros hábitos anteriores, que nos quiere arrastrar hacia abajo. El propósito final de la tentación siempre es el mismo: mantenernos alejados de un caminar cercano con el Señor. La tentación nunca es mortal. En cambio, si cedemos ante ella nos puede hacer retroceder y causarnos un gran desaliento.

Hay quienes creen erradamente que los cristianos son inmunes ante los malos pensamientos y las formas de conducta indecorosas; que hay una especie de escudo protector que desciende sobre nosotros para impedir que seamos atraídos hacia el mal. Aunque sea una idea feliz, no es real. De hecho, he notado que cuando una persona camina hacia delante con el Señor, muchas veces sus tentaciones se intensifican. Al fin y al cabo, el creyente tiene un gran valor para el Señor, lo cual lo hace blanco favorito del adversario, quien odia todo lo que Dios ama. Pedro habla de nosotros diciendo que somos “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” (1 Pedro 2:9). Unas credenciales como éstas aumentan la obsesión de Satanás por derribarnos y separarnos del Señor.

Yo noto que me tengo que guardar con diligencia, sobre todo en tres tipos de tentación que identifica el apóstol Juan. “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:16).

Los deseos de la carne comprenden las formas incorrectas de satisfacerse a sí mismo, especialmente en el aspecto sexual, y esto incluye no sólo nuestras acciones, sino también nuestros pensamientos.

Los deseos de los ojos son todas las cosas que ansiamos de manera ilícita y que, dicho sea de paso, nos causan muy poca satisfacción si las logramos alcanzar.

Tal vez la más insidiosa de todas sea vanagloria de la vida, que produce en nosotros el afán de promocionarnos a nosotros mismos, las ambiciones egoístas y el progreso a expensas de los demás. En última instancia, esta vanagloria de Dios trata de hacernos como Él, y ésta misma fue la causa de que Satanás fuera expulsado del cielo.

Por mucho que batallemos con las tentaciones, le podemos agradecer al Señor que Él mismo sea nuestro camino hacia la victoria. Dios reúne unas cualidades únicas, porque es el Dios-hombre, el que triunfó sobre todo lo que lo tentaba, y nos puede ayudar cuando seamos tentados: “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2:18). Pedro se hace eco de esta garantía: “Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos” (2 Pedro 2:9). Pablo añade: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).

UN EJEMPLO
Veamos la forma en que puede surgir la tentación en su vida, y cómo puede usted reaccionar ante ella. Supongamos que usted anda de viaje y ha alquilado un cuarto de hotel. Está cansado al final de un largo día, y prende la televisión para relajarse. Mientras recorre los canales, va a parar a una estación que presenta desnudos con todo descaro (o alguna otra cosa que usted sabe que no es correcta). Allí se queda, y muy pronto, queda absorto ante lo que está observando. Usted piensa: “Aquí no hay nadie más. ¿Qué podría importar?” Sin embargo, a la mañana siguiente se siente sucio. Las imágenes le siguen cruzando por la mente. No se las puede quitar de encima. Se le hace difícil orar. Dios parece estar más distante.

¿Cómo podría tratar usted este enfrentamiento entre su mente y su espíritu en diversos momentos? Evitándolo: Para evitar caer al azar en un canal sucio, revise primero la lista de canales, usando el directorio que suele haber en la mayoría de los cuartos. O bien, decida que tiene mejores cosas que hacer, y no prenda para nada la televisión. Protegiéndose: Si va a parar a un canal con una programación dudosa, invoque al Señor de inmediato. Pídale que lo ayude. Si sabe que eso que está viendo lo ofende a Él, salga de ese canal y no regrese a él. Pídale a Dios que le quite de la mente las imágenes que se le queden en ella. Arrepintiéndose para ser restaurado: Si se ha dejado arrastrar y ahora se está enfrentando a “la mañana siguiente”, háblele al Señor con franqueza y sinceridad, por muy pocas que sean las “ganas” que tenga de hacerlo. Confiésele esa mala acción que ha cometido, pídale perdón y reciba su amor restaurador. Aprenda la lección y no la repita.
Texto bíblico clave Fiel es Dios… que dará también juntamente con la tentación la salida (1 Corintios 10:13).
Pensamiento clave Las tentaciones son inevitables. El que yo me resista o ceda ante ellas es voluntario.

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DIA 21 LA ORACIÓN

Por Wendy Beckett.

¿Cómo le hablo a mi Padre del cielo?

Es un privilegio maravilloso el que podamos hablar con el Señor de todo el cielo y de la tierra en cualquier momento del día o de la noche. Y le podemos hablar de cualquier tema. No necesitamos usar oraciones formales escritas, aunque si nos sentimos más cómodos con ellas, está bien que lo hagamos.

Un día, los discípulos de Jesús le hicieron una pregunta clave: “¿Nos puedes enseñar a orar?” Ellos habían observado que Jesús pasaba mucho tiempo hablando sosegadamente con su Padre celestial. La oración que Él les sugirió es también un modelo para nosotros:

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén (Mateo 6:9-13).

Esta oración es tan útil, porque establece con toda reverencia nuestro centro de atención en nuestro Padre celestial, le pide que intervenga en nuestros asuntos terrenales, pone delante de Él nuestras necesidades en cuanto a provisión, perdón y protección, y termina glorificándolo a Él y a su gran poder.

Así como son excelentes para la adoración, los Salmos de David también son útiles ejemplos sobre la forma en que podemos hablar con nuestro Padre celestial. A Él le encanta que nos le acerquemos simplemente, así como a un padre celestial le encanta que sus hijos se le sienten en las rodillas y le digan todo lo que tienen en la mente.

Muchos de los Salmos son clamores dirigidos al Señor para pedirle ayuda en tiempos de tribulación. Los Salmos 17, 28, 61, 64, 70 y 86 son todos ejemplos de momentos en los que David clamó al Señor para que lo oyera y lo protegiera de sus enemigos. Algunas veces, hacia el final del Salmo queda claro que David sabe ya por fe que el Señor ha escuchado su clamor pidiéndole ayuda.

Ésta es la clave: Háblele a Jesús como uno le habla a su mejor Amigo. Comience dándole gracias y alabándolo por el gran amor que le tiene. Después háblele de sus preocupaciones. Le puede hablar de todo. Él ya lo sabe, así que no piense que lo va a tomar por sorpresa.

Cuando sepa que lo ha desilusionado, en lugar de distanciarse de Él, acuda a Él de inmediato para pedirle perdón. Después tome su mano y siga adelante con Él. En la oración, usted podrá experimentar el gozo de sentir que sus consoladores brazos lo rodean. En respuesta a sus oraciones, Él lo va a perdonar, le va a dar ánimo, lo va a fortalecer y le va a dar claridad de pensamiento ante los problemas. Y le va a dar su asombrosa paz.

Una de las lecciones más difíciles es la de aprender a escuchar. Es posible que se le haga difícil acallar lo suficiente a los pensamientos que lo distraen, para escuchar la voz de Dios. Una buena forma de comenzar a oírlo hablar es la lectura diaria de las Escrituras. Es una manera excelente de escuchar, y muchas veces tiene por resultado unas respuestas inesperadas a algunas de sus preguntas.

Cuando encuentre a otros que también crean en Jesús, únase con ellos para orar. El hecho de escuchar a otros cuando expresan ante el Señor lo que tienen en el corazón es un gran catalizador para el crecimiento de su propia fe. Muy pronto descubrirá que siente grandes deseos de que lleguen esos momentos de reunión con ellos.

Lo más importante de todo es que recuerde que la oración es una conversación continua con Aquél a quien está aprendiendo a amar y aceptar. Basta con mirar hacia el cielo y sonreírle, o apretar su propia mano como quien sostiene la mano del Señor, para volver a la cercanía que necesita tener con Él en ese momento.
Texto bíblico clave Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias (Filipenses 4:6).
Pensamiento clave Orar es conversar con nuestro maravilloso Señor.

© JOHN D. BECKETT

DIA 20 LA ADORACIÓN

Nota: Los dos estudios próximos —el de hoy, sobre la adoración, y el de mañana, sobre la oración— fueron escritos por Wendy Beckett, quien ha sido mi amada esposa durante más de cuarenta y cinco años. Wendy ha desarrollado una maravillosa vida de adoración y de oración, y creo que sus ideas le van a ser de gran utilidad.

¿Por qué tiene tanta importancia para mí que alabe y adore a Jesús?

Cuando los que creen en Jesús lo alaban y le cantan, ¿es porque Dios, el Rey del universo, necesita que los seres humanos le adoren? En realidad, no, aunque podemos estar seguros de que Él se deleita en nuestra adoración.

En realidad, lo que yo he hallado es que la alabanza y la adoración tienen una importancia vital para mi relación con Él. La adoración me permite levantar mis pensamientos desde mi persona hasta mi Salvador, Amigo y Señor, y llevarlos así a un ámbito totalmente nuevo. Aparta mi enfoque de mis circunstancias para llevarlo a sus planes.

Cuando meditamos en su bondad, su asombroso amor, el sacrificio que hizo por nosotros, y su gran poder en nuestra vida, nuestra reacción natural consiste en alabarlo y adorarlo. Brota espontáneamente la gratitud en nuestro interior.

David era un gran adorador, y se convirtió en el rey más destacado de Israel. Encontramos el relato sobre su vida en los dos libros de Samuel, en el Antiguo Testamento. Desde sus primeros años, vemos la adoración en su corazón. Siendo un joven pastor dedicado a guardar los rebaños de su padre en las colinas que rodean a Belén, David le expresaba al Señor su amor y su gratitud. Cantaba acerca de la belleza de su creación. Oraba cuando estaba en peligro, y cuando el Señor le respondía y lo protegía, expresaba su gratitud y su alabanza con cantos y poesías.

Los Salmos, muchos de los cuales fueron escritos por David, nos entregan el rico legado de su adoración a Dios y su profundo amor por Él.

* Jehová es mi pastor; nada me faltará (Salmo 23:1).

* Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? (Salmo 27:1).

* Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad (29:2).

* Grande es Jehová, y digno en gran manera de ser alabado (48:1).

* Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre (103:1)

* Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia (107:1)

Le explico un enfoque de la adoración que se basa en mi experiencia, y que tal vez le sea útil. Por la mañana temprano, y por la noche, antes de irse a dormir, exprésele su amor al Señor. “Padre, te saludo en esta mañana y te doy gracias por este nuevo día.” “Señor, ha sido un día difícil, pero te doy las gracias por tu fidelidad.”

Cuando esté realizando sus actividades diarias, tenga siempre presente que le debe dar gracias, alabarlo por ser quien Él es, y decirle que lo ama. (Por supuesto, algunos días se va a sentir con más deseos de hacer esto, que otros). Comprenda que usted se halla realizando un viaje. Mientras más lo alabe a lo largo del día, más sentirá su gozo, y más verá las cosas desde la perspectiva de Él. Su vida diaria va a adquirir un sentido totalmente nuevo.
Texto bíblico clave Alabad a JAH, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios (Salmo 147:1).
Pensamiento clave No hay nada que me acerque más al Señor que darle gracias, alabarlo y adorarlo.

© JOHN D. BECKETT

DIA 19 REUNIRSE

¿Con quiénes me ha enlazado Dios?

Cuando alguien se hace seguidor de Jesús, su mayor prioridad consiste en alimentar su nueva relación con el Señor. No puede haber sustituto alguno para el desarrollo de unos lazos personales con Él.

Aun así, como hacíamos resaltar en el día 11, no debemos mantenernos aislados, sino que debemos unirnos con otros creyentes en una búsqueda común con el objeto de descubrir a Dios y andar por sus caminos. Se ha dicho que las dos secciones de la cruz —la vertical y la horizontal— representan simbólicamente nuestra doble relación con Dios y con los demás. Se cruzan. Están relacionadas entre sí.

Las reuniones de creyentes —o “iglesias”— tienen muchas formas distintas, desde los grupos pequeños de personas que se reúnen en secreto en aquellas regiones sonde estas prácticas están prohibidas, hasta las “megaiglesias” formadas por decenas de miles de cristianos. Cualquiera que sea su configuración, lo vital es que todo creyente se halle relacionado con otros creyentes. Este enlace fue la reacción espontánea de los que vinieron a la fe en el día de Pentecostés, y necesitamos comprender cómo funcionaban.

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones (Hechos 2:42).

Cada uno de los cuatro aspectos que se presentaban cuando se reunían era un catalizador para su crecimiento individual y como grupo.

La doctrina los mantenía centrados en la palabra de Dios; enraizados en la “sana doctrina”.

La comunión los mantenía envueltos en una amistad mutua, además de la alabanza, la adoración y los testimonios acerca de la actividad de Dios.

El partimiento del pan los mantenía en contacto al compartir las comidas, dándoles oportunidad para un cálido diálogo y una amistad creciente. Por lo general, estas comidas se hacían “en las casas” (v. 46) y atraían a familias enteras, incluyendo los niños, reunidas todas en un ambiente muy natural.

Las oraciones los mantenían centrados como grupo en la presencia de Dios. Mientras oraban, hacían peticiones e intercedían, podían escuchar cuál era su voluntad para sus vidas.

¡Si esos mismos elementos estuvieran siempre presentes hoy en la vida de la Iglesia!

Puesto que usted es un nuevo creyente, tal vez exista ya una relación entre usted y la confraternidad de una iglesia, y tal vez no. O es posible que se encuentre en una iglesia que está muy lejos de ser el lugar correcto para usted. Es triste que haya tantas iglesias que parezcan espiritualmente muertas. Algunas están cometiendo serios errores. Pero le puede pedir a Dios con toda tranquilidad que lo reúna con las personas y los grupos que Él quiere para usted. Dios conoce sus necesidades, y sabe con quiénes debe estar usted conectado.

Tal vez lo dirija a un formato que no sea “convencional”. Durante muchos años, nuestra familia se reunió “por las casas” con varias familias más. Nuestros hijos participaban con entusiasmo, y estaban presentes los elementos esenciales de los primero tiempos de la Iglesia. En muchos lugares del mundo se están formando miles de iglesias nuevas, se está produciendo un crecimiento y hay una dinámica confraternidad.

Jesús quiere que se produzca este tipo de crecimiento. Lo que Él dijo fue: “Edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades (el infierno) no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). La Iglesia de Jesús no se está batiendo en retirada, ni sobreviviendo apenas, ni tampoco haciendo ceremonias sin vida. La Iglesia de Jesús está sana, llena de vida y de estrategias. Y Él quiere que usted esté en una iglesia así.
Texto bíblico clave No dejando de congregarnos… (Hebreos 10:25).
Pensamiento clave Soy un cristiano nuevo, y necesito estar en una sana comunión con otros.

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DIA 18 TRABAJAR CON; NO PARA ...

¿Qué trabajo quiere Dios que yo haga?

La verdadera naturaleza de Dios se revela de manera maravillosa en la vida y las palabras de Jesús. Él fue quien dijo: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais” (Juan 14:7).

En casi todas las formas o tradiciones religiosas, el “dios” o los “dioses” que reciben adoración son pasivos y abstractos, o sólo son una figura histórica. En cambio, Jesús proclamó que el Dios verdadero está vivo, activo y ocupado. “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17). Dios no se limitó a crear los cielos y la tierra con una gran explosión de energía divina, para después echarse a un lado y dejar que la creación se manejara ella sola. Él ha permanecido íntimamente involucrado, infundiendo su poder e influencia en todo lugar, en toda situación y en todo momento para sostenernos (vea Colosenses 1:17).

Esta realidad tiene inmensas consecuencias en cuando a nuestra forma de llevar a la vida sus propósitos. Si no captamos la intensidad de la participación directa de Dios, nuestra tendencia será, o bien trabajar independientes de Él (secularismo), o trabajar para Él, como “pequeños ayudantes”. Su idea no es ninguna de estas dos cosas. Es que trabajemos con Él. El Dr. Henry Blackaby, autor de Experiencia con Dios (¡un recurso excelente!) lo explica de esta manera: Dios está obrando alrededor de nosotros todo el tiempo. Nuestro trabajo consiste en ver dónde está obrando, y unirnos a Él”. El apóstol Pablo nos llama “embajadores” que somos “colaboradores suyos” (2 Corintios 5:20; 6:1).

Es necesario que usted capte lo drástico que es todo esto. El Dios del universo lo está invitando; de hecho, le está ofreciendo el privilegio de unírsele en su obra. Eso es muy distinto a que usted salga y haga lo que crea, y de vez en cuando le pase un informe a Él. En lugar de esto, puesto que es colaborador suyo, su “antena” sede extenderse, y todos sus sentidos se deben avivar, vigilantes en busca de su actividad. No hay nada que sea al azar, ni que se halle más allá de su alcance redentor. Por ejemplo:

Usted ve la tristeza en el rostro de un compañero de trabajo que ha perdido a un ser querido, y puede derramar en él la compasión y la misericordia de Dios.
Hay un libro nuevo que lo ha ayudado, y usted compra otros ejemplares del libro para dárselos a sus amigos.
Un atasco en el tránsito hace que pierda un avión, y usted descubre que Dios tenía una razón significativa para que usted no se fuera cuando tenía pensado hacerlo.

Piense en su situación actual como estudiante, o en los comienzos de su vida profesional o echando a andar a su familia. Tal vez usted se halle en medio de un cambio de trabajos, o esté haciendo planes para retirarse. El lugar donde usted se encuentra no es un accidente, ni lo es lo que está haciendo en estos momentos. Sin embargo, tal vez usted sea como yo, que necesite pasar su centro de atención de “lo que yo estoy haciendo” a lo que Dios está haciendo, y la forma concreta en que se le puede unir ahora mismo en esa obra que Él está haciendo.

Haga este cambio, y se abrirá ante usted todo un mundo nuevo de aventura, gozo, paz e impacto espiritual.
Texto bíblico clave Nosotros (somos) colaboradores suyos (2 Corintios 6:1).
Pensamiento clave Dios está obrando alrededor de mí. ¿Cómo me le puedo unir?

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DIA 17 LA VERDAD: LA CLAVE DE LA LIBERTAD

¿Por qué importa la verdad?

Si se nos diera la oportunidad de sentarnos con el apóstol Pablo para disfrutar de una buena taza de café, y si le preguntáramos qué le daba energías para seguir adelante, he aquí lo que yo creo que él nos respondería: “Hago lo que hago, y soporto lo que soporto, porque ‘Dios nuestro Salvador… quiere que todos los hombres (todos los seres humanos de la tierra) sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad’” (1 Timoteo 2:3, 4).

Entonces, tal vez le pediríamos a Pablo que comentara la pregunta que ha venido persiguiendo a los seres humanos a lo largo de los tiempos: “¿Qué es la verdad?” Este gran erudito y pensador diría: “He aquí la esencia de la verdad: ‘Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre’” (v. 5).

¿Nos atreveríamos a desafiar a Pablo en este punto? “¿Podría usted reducir realmente el concepto de lo que es la verdad a esa frase única?” “Sí”, él nos contestaría. “Ésa es la roca firme. Obtenga esto, y lo demás le seguirá. No hay varios dioses. Hay Uno, y es un Dios que podemos conocer. No hay diversos caminos para llegar a ese único Dios verdadero. De hecho, Jesús mismo, sin manifestar arrogancia de ninguna clase, dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí’” (Juan 14:6). En última instancia, he aquí lo que Pablo nos está diciendo: La Verdad no es un simple conjunto de creencias, como sucede con las religiones y las filosofías. La Verdad es una Persona. Encontramos la Verdad cuando encontramos a Cristo.

Creo que debemos luchar por la verdad. He aquí el porqué:

La verdad trae consigo la estabilidad. Cuando la verdad no está presente, el mundo se trastorna de tal modo, que sólo queda el caos. Isaías dijo: “La verdad tropezó en la plaza” (Isaías 59:14). Esto sucede cuando huimos de la verdad, en lugar de abrazarla.
La verdad es la libertad. Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). La verdad tiene una importancia suprema porque, al final, sin verdad no hay libertad. (Por ejemplo, piense en cómo los regímenes represivos que le niegan a su pueblo las libertades básicas se tienen que mantener a base de distorsiones y mentiras).
La verdad se puede aprender; de hecho, se puede impartir. Jesús, pensando en el día en que llegaría el Espíritu Santo con poder, dijo: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad” (Juan 16:13). ¿No es tranquilizador saber que el Espíritu Santo está con usted en el camino de la vida, y que le sirve de guía a toda verdad?
La verdad es la forma más segura de evitar el engaño. El primero en la lista de sus peligros futuros es el engaño. Jesús dijo: “Mirad que nadie os engañe… Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:4, 24). Pablo afirmó que los días del futuro estarían marcados por la “obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad” (2 Tesalonicenses 2:9, 10). Un amigo mío suele decir: “La única defensa contra el engaño es un apasionado amor por la verdad”.

¿Causa un impacto en su mundo esta batalla por la verdad? Si usted es estudiante de universidad, entonces sabe que mentir y hacer trampas son toda una forma de arte, y que la verdad no parece tener importancia. Si está en un colegio universitario o en el recinto de una universidad, ya sabe que la idea misma de que haya una verdad objetiva —que se pueda conocer la verdad— es motivo de burla. Si está en el mundo de los negocios, usted sabe que con demasiada frecuencia se compromete la verdad. Esto se hizo muy evidente en Enron, donde muchos de los “mejores y más brillantes” de los líderes esquivaban la verdad en su trabajo diario.

La verdad es importante. Usted no está en venta, y para usted, la verdad tampoco lo está. De hecho, hasta podría valer la pena morir por ella.

Texto bíblico clave Compra la verdad, y no la vendas (Proverbios 23:23).
Pensamiento clavet “Vivir en la verdad es el secreto para vivir libre.” (Os Guinness, en un Foro de Véritas en la Universidad de Stanford). La verdad me hace libre.

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DIA 16 PERMANECER: EL CENTRO DE LA VIDA CRISTIANA

¿Cómo me mantengo cerca de Jesús?

Si en el transcurso de estos treinta días le pudiera dejar un solo anhelo ardiente, sería éste: Mantenerse estrechamente conectado a Jesús. El término que utiliza la Biblia es “permanecer” con Jesús, que significa mantenerse unido a Él; seguir conectado de una manera íntima. (Una rápida observación aquí: cuando hablamos de “permanecer” —de mantenerse cerca de Jesús—, yo sigo siendo un aprendiz. Es un aspecto en el cual, como la mayoría de los cristianos, sigo necesitando crecer).

Hay quienes afirman que la clave para mantenerse cerca de Jesús es aprender “doctrina”; las enseñanzas fundamentales de la fe cristiana. Sin duda alguna, una doctrina sólida es importante. En su ausencia, muchos han caído en el error. Sin embargo, como señala Oswald Chambers, “es posible saberlo todo acerca de la doctrina, y aun así, no conocer a Jesús. El alma peligra cuando el conocimiento de la doctrina se vuelve más importante que el contacto íntimo con Jesús” (16 de agosto).

Otros dirán que seguir a Jesús consiste en hacer buenas obras. También las buenas obras son importantes, y Dios las elogia; por ejemplo, esto es lo que dice Pablo en su amonestación contra la pereza: “Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien” (2 Tesalonicenses 3:13). Sin embargo, nuestra actividad se puede convertir fácilmente en un sustituto para ese “permanecer”, que es como poner el carro delante del caballo, porque como veremos, las buenas obras brotan de la relación estrecha con Jesús.

En el capítulo 15 del evangelio de Juan, Jesús presenta una poderosa metáfora para describir la intimidad que Él anhela tener con usted:

Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer (Juan 15:4, 5).

Las ramas de un árbol dependen por completo de que el tronco las soporte, las alimente y les dé vida. Desde el momento en que se corta una rama, se seca y muere. En cambio, cuando está debidamente conectada, existe un continuo flujo de vida. Esta transmisión de energía, fortaleza —de hecho, propósito— es la que produce el “buen fruto”, una vida fructífera; productiva.

Ésta es la relación en la cual “permanecía” Jesús con su Padre. Si usted sigue el modelo que Él estableció, se mantendrá estrechamente conectado con Él y con el Padre.

Jesús tenía una confianza total; sabía que el Padre conocía lo necesario y lo mejor.
Jesús estaba en un diálogo continuo, observando y escuchando las iniciativas del Padre, para obedecerlas de inmediato.
Jesús disfrutaba de estar en la presencia del Padre, habitando seguro en su amor, cuidado y protección.

Oswald Chambers, a quien he citado anteriormente, dijo en su escrito para el 14 de junio que se puede “permanecer” —mantenerse cerca de Jesús— “en los asuntos intelectuales, en los de dinero y en todos los asuntos que hacen de la vida humana lo que es”.

He aquí el principal reto con el que se va a encontrar: Se va a sentir como que necesita hacer algo primero… antes de poder “permanecer”. ¡Eso es una trampa! Se permanece ahora, no en el futuro. Y es aquí, no allí. Haga de este mantenerse cerca de Jesús el objetivo primordial de su caminar cristiano. Aprenda a permanecer en Él.
Texto bíblico clave Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros (Santiago 4:8).
Pensamiento clave Se permanece ahora.

© JOHN D. BECKETT

DIA 15 UNA REFLEXIÓN PERSONAL

¿Cómo me va, ahora que he llegado ya a la mitad?

Hemos llegado al punto medio de estos treinta días de estudio. Mientras pienso en nuestra conexión mutua por medio de la Internet, me siento asombrado y un poco perplejo. En lugar de dedicarme a desarrollar hoy otro tema, me gustaría limitarme a compartir unos cuantos pensamientos personales.

Nunca me había imaginado que estaría escribiendo este estudio. Así sucedieron las cosas. Hace algunos años, un amigo me llamó un sábado por la mañana para que viera cómo la nave espacial Columbia regresaba a la Tierra. Sin embargo, exactamente quince minutos antes del momento en que debía aterrizar en la Florida, algo salió terriblemente mal y se comenzó a desintegrar. En un instante, siete astronautas (seis estadounidenses y uno israelí) perdieron la vida… en el mismo momento en que regresaban a casa. Me pasaron por la mente muchos pensamientos, pero había una pregunta que no me dejaba en paz: ¿Conocían a Jesucristo? Aquella mañana apagué el televisor y comencé a escribir un pequeño folleto acerca de la manera de entrar en una relación vital con Jesucristo. Lo llamé “Coming Home” (“Volver a casa”). Pensaba que tal vez este mensaje podría ayudar a otras personas, proporcionándoles un mapa de carreteras que respondiera la mayor de las preguntas que tenemos en la vida: ¿Cómo me debo relacionar con Dios?

Se publicó Coming Home, y se distribuyeron miles de ejemplares. Fue traducido a varios idiomas más. Recibí comentarios acerca de la forma tan real en que estaba ayudando a la gente, pero quise que este mensaje del amor de Dios alcanzara a muchas personas más. Un día conocí a Mark Weimer, hombre de negocios de California que se había unido recientemente con otros líderes de los negocios en Silicon Valley para comenzar una nueva empresa llamada Global Media Outreach. Su meta era encontrar nuevas formas de propagar el mensaje del Evangelio por la Internet. Mark leyó mi pequeño folleto y propuso formatearlo para la web. En febrero de 2006, Coming Home salió en vivo en línea como www.lifesgreatestquestion.com. Compramos anuncios en Google, y después en Yahoo para ayudar a las personas a hallar este portal de la web.

Como ya mencioné (en el día 7), las estadísticas indican que por lo menos un millón de personas diarias andan buscando en la Internet ideas acerca de los interrogantes más profundos de la vida. De una manera notable, comenzamos a establecer conexiones con miles de personas así (como usted), procedentes de todos los rincones del mundo: más de ciento setenta países en unas pocas semanas. Más del doce por ciento de los que visitaban nuestro lugar en la web indicaron que, como consecuencia de esa visita, habían tomado la decisión de seguir a Cristo. Francamente, me sentí perplejo. La tecnología de la Internet, usada tantas veces con malos propósitos (como la pornografía) se estaba convirtiendo en un medio gracias al cual la gente de toda la Tierra podía hallar nueva vida en Cristo. Pudimos averiguar cuáles eran los países desde los cuales se nos investigaba, y entre ellos estaban los Estados Unidos, la India, Gran Bretaña, las Filipinas, Nigeria, Paquistán, Canadá y Sudáfrica y, aunque en menor número, lugares como Burundi, Cuba, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Fiji, Malta y Lesoto, por medio de palabras de búsqueda como éstas: “El sentido de la vida”, “Dios”, “Esperanza” y “Vida después de la muerte”.

En julio, cuando mi esposa Wendy y yo comenzamos las vacaciones de verano, sentí desarrollarse en mí una fuerte preocupación por los nuevos creyentes, y me pregunté qué materiales habría disponibles para ayudarlos a tener un fundamento más firme en su fe. Cuando no encontré mucho que pudiera servir de ayuda, me sentí fuertemente dirigido a formar parte de la respuesta. Fue entonces cuando comencé a escribir este estudio de treinta días. Lo consulté con Mark, y a él le encantó la idea. Él también había estado sintiendo que se necesitaba este tipo de material, incluso hasta el punto de pensar también que debía abarcar un período de treinta días.

Ahora, mientras escribo, siento una “conexión” creciente con usted. Puedo decir, como les dijo Pablo a los creyentes de Filipos: “Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes” (Filipenses 1:3, NVI). Lo más probable es que usted y yo nunca nos lleguemos a conocer; al menos, aquí en la tierra. Sin embargo, quiero decirle que cuenta con el afecto de Wendy y el mío, y lo más importante de todo, que usted es muy valioso para Dios.

Ahora lo quiero animar a seguir adelante en este viaje. No se dé por vencido. Dios tiene planificada una maravillosa aventura para usted. Pase lo que pase, recuerde siempre que Él es fiel. Si usted se lo permite, Dios va a completar el proceso para el cual lo creó, y a realizar todos y cada uno de los propósitos que tenía cuando lo redimió.
Pensamiento clave Dios tiene un plan para mí. El que nos hayamos conocido por medio de la Internet no ha sido un accidente.

© JOHN D. BECKETT