Por el Dr. Adrián Rogers
“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén” (Mateo 6:9-13).
La oración
victoriosa
Mt. 6:9-13
Usted no puede hacer nada mejor que aprender cómo orar. Como hija o hijo aprender a caminar con su Padre es su primera prioridad. Es su más sublime llamado y le traerá profundo gozo. ¿Pero qué sucede?
Nos sentimos intimidados. Se nos traba la lengua. Luego, cuando aprendemos cuán sencillo es, vienen los problemas. Hay demoras y nos preguntamos si Él esta escuchando. Incluso podemos llegar al punto de no esperar ninguna respuesta de Dios.
Leí de una maestra de Escuela Dominical que instruía a los niños de su clase para que escribieran a un misionero y le dijeran que estaban orando por él. Ella también les recalcó: “Pero recuerden, niños, que este misionero es un hombre muy ocupado, así que no esperen que les conteste sus cartas.” Bueno, una niñita escribió: “Querido hermano Brown, estamos orando por usted. No esperamos una respuesta.”
Creo que esa es la manera en que oramos muchas veces. Pero Dios ha prometido en el Salmo 91:15 y en Jeremías 33:3, que si invocamos el nombre de Dios, Él contestará.
El Dr. Sidlow Baxter expresó algo acerca de la oración que se grabó en mi mente. Explicó: “Puedo imaginarme a Satanás reuniendo a todos los demonios en el infierno, para discutir qué pueden hacer para destruir a los cristianos. Y Satanás les dijo: ¡Eviten que oren! Porque no importa qué más hagan, si no oran, les podemos vencer siempre. Pero si aprenden a orar, ¡ellos nos vencerán siempre! ¡No dejen que oren!”
Si quiere la oración victoriosa, entonces…
RECONOZCA LA PERSONA SINIESTRA DEL DIABLO
Siempre ha sido el método de Satanás el esconderse detrás de una cortina de mentiras. Pero quiero romper esa cortina y exponer a Satanás por lo que es. Primera Pedro 5:8 enseña: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.”
El Diablo no es un invento de la imaginación de alguien. El es personal, agresivo, inteligente, engañador, destructor. Efesios 6:12 revela: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
RECONOZCA EL PODER SEDUCTOR DEL DIABLO
ORANDO CON PODER
Sólo la ignorancia se burla del poder del diablo. Es una necedad subestimar su poder. Por eso el Señor Jesús nos enseñó a orar: “Líbranos del mal [o maligno].” ¿Por qué Jesús nos enseñaría a orara así, a menos que Él supiera que existe un poder seductor diabólico, que busca destruirnos? Él lo sabía porque tuvo que enfrentar en carne propia los ataques de Satanás en el desierto (ver Mateo 4:1-11).
La mejor manera para nosotros de enfrentar esa fuerza poderosa, es cuando nos despertamos. Antes de que sus pies toquen el suelo necesita orar: “No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno.” Esta no es la oración que asegura la puerta por la noche. Es la llave que abre la mañana para diaria liberación y protección.
CONFÍE EN LA PROTECCIÓN SOBERANA CONTRA EL DIABLO
“Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.” Es hora de dejar de enfocarse en el maligno imperio de Satanás y enfocarse en el glorioso reino de Dios. “¡Su victoria está en Jesús!
Existen tres acordes en la canción de victoria de la Biblia. El primero es el oscuro y sombrío acorde de la rebelión de Satanás. El segundo es el rojo acorde de la sangre redentora de Jesús. Y el tercero es el dorado acorde del regreso victorioso de Jesús. La batalla es del Señor. Y la victoria es suya, también.
Su reino no puede fracasar. Las llaves de la muerte y el infierno están en las manos del Cordero sin mancha, nuestro resucitado Rey Jesús. Usted no tiene que temer, ni desmayar, ni huir. Puede estar firme en la victoria del Señor, cuando aprende cómo orar.
Dr. Adrián Rogers
0105 VICTORIOUS PRAYER
Versión al español publicada AGOSTO 2009
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