martes, 5 de mayo de 2009

La Obediencia de Abrahán

Abraham salió de Harán tal como el Señor se lo había ordenado. Tenía setenta y cinco años. 
Génesis 12:4

Mi padre con 48 años salió del campo y fue a vivir a una ciudad grande para encontrar mejores oportunidades. El no escuchó una voz divina llamándolo para salir de ese lugar, dejó a su familia, su profesión. Pero Abraham escuchó una promesa de bendición para sí mismo y para otros.

Obedecer el llamado de Dios nos puede hacer dejar amigos y familia. Puede requerir hasta dejar nuestro propio trabajo. Puede parecer una locura para nuestros amigos o un riesgo para nuestra familia, pero no siempre. Ni siempre nos trae bendición como a le fue prometido a Abraham. ¡Pero cuando Dios nos llama debemos obedecer!

La Biblia nos dice que Abraham salió. ¿Será que no tuvo lucha o preocupación? ¿No le habrán objetado los miembros de su familia? ¿Sara no le habrá presentado su opinión? Ella también tuvo que dejar su familia y sus amigos. Lot, su sobrino, también les acompañó ¿será que él entendió que había nuevas oportunidades? La Biblia describe a Abraham como hombre de fe, cuya obediencia inmediata es ejemplo para nosotros.

También vemos que Abraham construyó altares como testimonio de su relación con Dios. La verdadera alabanza es una respuesta a Dios cuando lo conocemos.

Piensa

“La paz de todas las cosas está en la obediencia: primero a Dios, después a la justicia”. Quevedo.

Ora

Padre Celestial, ayúdanos a escuchar tu voz y que seamos gratos. Acepta nuestra adoración porque tu nos guías en momentos de incertidumbres. Danos también el poder de obedecerte. Te lo pedimos. Amén.

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