miércoles, 8 de julio de 2009

DAY 2 EL COMIENZO DEL CAMINO

¿Qué puedo esperar que suceda mientras voy por el camino?

Hace años, cuando nuestra familia salía para dar un viaje largo en automóvil, sólo habíamos recorrido unos cuantos kilómetros por la carretera, cuando uno de los niños más pequeños me preguntaba: “Papá, ¿ya llegamos?”

Al comenzar nuestro caminar espiritual, no centremos nuestra atención en lo largo que pueda volverse el viaje. Y no nos preocupemos por lo que vamos a encontrar a lo largo del camino, porque en realidad no lo sabemos. Sólo Dios lo sabe. Más bien, pensemos en lo que está sucediendo ahora mismo. He aquí algunas ideas clave:

Así como usted le consagró su vida a Jesús, Él se ha comprometido con usted. Ésta es su promesa: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5). Jesús está con usted todo el tiempo, cualquiera que sea su situación.
Abandone la idea de que obtendrá unos resultados instantáneos. El crecimiento espiritual no se produce de un día para otro, sino que es un proceso. Busque los cambios pequeños, como conocer a un nuevo amigo que es cristiano, dar un paso para reducir un hábito incómodo o descubrir en la Biblia una idea que le es útil.
Tómese su nueva vida de día en día; incluso de momento en momento. Un diario escrito por Oswald Chambers, cuyos pensamientos sobre la vida cristiana aparecen en un maravilloso libro llamado En pos de lo supremo (“My Utmost for His Highest”), dice en su anotación del 28 de julio: “Su propósito (el de Dios) es para este minuto, y no para algo en el futuro”. Centre su atención en el aspecto en el cual Él está obrando en usted, alrededor de usted y por medio de usted en este mismo momento.

Ahora necesito hacerle una advertencia, que más tarde vamos a ver con mayor profundidad. Cuando Jesús les estaba explicando la parábola del sembrador a sus discípulos (la que mencioné en la Introducción), les dijo: “Viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón” (Mateo 13:19). Se estaba refiriendo a Satanás, al diablo; a su adversario, que siempre está obrando en contra suya. La táctica de Satanás con el nuevo creyente consiste en apartarlo de la fe que acaba de hallar. Le dice: “Esto no es real. Sólo has tenido una experiencia emocional”. “Vas a perder todos tus amigos.” “Se te acabó la diversión.” Es una batalla mental, y el enfrentamiento con el adversario es una realidad de su vida cristiana.

Cuando Satanás le llegue con dudas, temores y tentaciones, opóngase a él con palabras como éstas: “Yo soy hijo de Dios, redimido por el Señor Jesús de mi vida vieja”. Después ore para que Jesús le ayude. “Señor, ayúdame a vencer en esta batalla”.

Recuerde: al acercarse a Jesús, usted ha dado un paso grande y transformador; un paso del que nunca se tendrá que lamentar.

Texto bíblico clave El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6).
Pensamiento clave Mi próximo paso es el más importante del camino que tengo que recorrer en toda mi vida.

© JOHN D. BECKETT

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