miércoles, 8 de julio de 2009

DIA 5 DIOS ES AMOR

¿Cómo puedo estar seguro del amor de Dios?

Todos sabemos que la vida puede ser dura. Por consiguiente, es posible que nos resulte difícil mirar las circunstancias que nos rodean y llegar a la conclusión de que Dios es un dios de amor. Tal vez usted creció en un hogar destruido, donde había pocas evidencias de amor por parte de su padre terrenal; tal vez lo que existía era el maltrato. Es posible que haya perdido seres amados por enfermedad, accidente o guerra. En algunas regiones del mundo, la pobreza y el hambre son realidades diarias. ¿Dónde está el amor de Dios en todo esto?

Yo creo que a Dios le duele el corazón más de cuanto nosotros nos podamos imaginar ante las angustias, el sufrimiento, las injusticias y las dificultades que encuentran en su camino todos sus hijos, en especial cuando se entiende que la mayor parte de esas cosas tiene por causa el que la humanidad se ha alejado de Él. La entrada del pecado al mundo trajo consigo unas graves consecuencias. Sin embargo, desde que comenzó el pecado con sus estragos, Dios ya tenía en mente el remedio.

Ese remedio era Jesús. Mientras nosotros aún seguíamos atrapados en el pecado, Dios envió a su propio Hijo para rescatarnos; para “redimirnos”. He aquí la forma en que Jesús describe el amor de Dios:

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16, NVI).

El apóstol Juan también centró su atención en el amor de Dios:

El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él (1 Juan 4:8,9, NVI).
Oswald Chambers resume así la conexión que existe entre la cruz y el amor de Dios:

La roca sólida de nuestra fe cristiana es la maravilla insondable e inmerecida del amor de Dios manifestado en la Cruz del Calvario; un amor que nunca podremos merecer, y que nunca mereceremos (7 de marzo).

Billy Graham, en su reciente libro llamado The Journey (“El viaje”), dice: “Mientras más leo la Biblia, más comprendo que el amor es el atributo supremo de Dios” (p. 22 de la versión inglesa).

Cuando usted le entregó su vida a Dios y nació de nuevo, se encontró cara a cara con el amor de su Padre celestial. Ahora, a medida que va siguiendo su caminar como cristiano, apóyese en ese amor, sacando fuerzas de lo más profundo de él. Sumérjase en su amor y su cuidado.

He aquí una oración, escrita para la antigua iglesia de Éfeso por el apóstol Pablo, quien les escribió a los nuevos creyentes varias cartas que se hallan recogidas en el Nuevo Testamento. Ahora usted puede hacer suya esta oración: “(Para que podáis) conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:19).
Texto bíblico clave Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito (Juan 3:16, NVI).
Pensamiento clave El amor que Dios me tiene nunca ha disminuido, y nunca disminuirá.

© JOHN D. BECKETT

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