martes, 20 de enero de 2009

El ruido de la carroza

Proverbios 18:20-21 (NVI)

Cada uno se llena con lo que dice
y se sacia con lo que habla. En la lengua hay poder de vida y muerte;
quienes la aman comerán de su fruto.


Cierta mañana, mi padre me invitó a dar un paseo por el bosque y acepté con placer. El se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

Estoy escuchando el ruido de una carroza.
Eso es -dijo mi Padre-. Es una carroza vacía.
¿Cómo sabes que es una carroza vacía, si aun no la vemos?
Es muy fácil saber cuando una carroza está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carroza, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todo el mundo, inoportuna, presumiendo de lo que tiene y haciendo menos a los demás, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

"Cuanto más vacía la carroza, mayor es el ruido que hace".

No hay comentarios:

Publicar un comentario