martes, 20 de enero de 2009

Mamás malucas

Proverbios 22:6 (RVA)
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Algún día, cuando mis hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres les diré:

" Te amé lo suficiente para preguntarte a dónde ibas, con quién, y a qué horas regresarías a la casa
" Te amé lo suficiente para insistir que ahorraras dinero para comprarte una bicicleta aunque nosotros tus padres pudiéramos comprártela
" Te amé lo suficiente para callarme y dejarte descubrir, que tu nuevo mejor amigo no era tal
" Te amé lo suficiente para fastidiarte y estar encima de ti durante dos horas mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiese quitado solo quince minutos
" Te amé lo suficiente como para dejarte ver mi enojo, desilusión y lágrimas en mis ojos, los niños deben entender que sus padres no son perfectos
" Te amé lo suficiente como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones, aunque los castigos eran tan duros que rompían mi corazón
" Pero sobre todo, te amé lo suficiente como para decirte que no, cuando sabía que me ibas a odiar por ello. Esas fueron las batallas mas difíciles para mi
Pero estoy contenta porque las gané, porque al final también ganaste tú. Y algún día, cuando tus hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, tú les dirás:

¿Tu mamá es mala?, yo sé que la mía lo era, era la mamá mas maluca del mundo!!. Cuando otros niños desayunaban caramelos, ella nos hacía comer cereal, huevos, leche y pan. Cuando otros niños almorzaban gaseosa y galletas, teníamos que comer carne y ensalada, y puedes convencerte que nos preparaban cenas diferentes a las de los otros niños también. Mi mamá insistía en saber dónde estábamos todo el tiempo, parecíamos convictos en prisión. Ella tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y lo que hacíamos con ellos. Nos da pena admitirlo, pero rompió las leyes del trabajo de menores, porque nos hacía trabajar, teníamos que lavar los platos, ayudar a sacar la basura, darle de comer al perro, arreglar nuestro cuarto y toda clase de trabajos forzados.

Ella insistía en que dijéramos siempre la verdad. Era desesperante vivir con ella, estaba pendiente de que nos cepilláramos los dientes, que nos bañáramos, que estudiáramos, ¿Ya hiciste las tareas? ¡Qué fastidio!

Se ponía furiosa si nos veía sin zapatos…¡Qué vida la que nos hacía vivir nuestra madre!. La vida era difícil. Ella no dejaba que nuestros amigos tocaran la bocina de su carro al llegar a buscarnos a casa. Ellos debían llegar a la puerta donde ella pudiera conocerlos y saludarlos.

Mientras otros amigos y amigas podían tener novios y novias a los doce o trece años, nosotros teníamos que esperar hasta los diecisiete.

Por nuestra mamá nos perdimos de muchas experiencias de otros niños, si, nunca estuvimos presos, ni fuimos vándalos ni drogadictos, todo eso fue por su culpa. Ahora estamos haciendo lo mejor que podemos para ser tan malucos como lo fue mamá. ¿Sabes una cosa?, mi mamá aplicó muy bien lo que Dios enseña en su Palabra "Instruye al niño en su camino y aunque fuere viejo no se apartará de él (Proverbios 22:6)", ahora es nuestro deber hacerlo contigo.

Dios te bendiga.

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