martes, 20 de enero de 2009

Las dos cartas de Jesús

Mateo 25:34-36 (NVI)
Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: 'Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.


Ruth fue a su buzón de correo y solo había una carta., la tomo y leyó: Querida Ruth:

<>

Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. ¿Porque Dios querrá visitarme si no soy nadie especial?, no tenía nada que ofrecerle ya que su alacena estaba vacía. <>, tomo su cartera y solo tenia 5.00 dólares.

<>. Se puso el abrigo y corrió a la puerta. Compro un molde de pan francés, media libra de jamón de pavo y un cartón de leche lo que le dejo con tan solo doce centavos hasta el lunes. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo.

<>. Ruth había estado tan sumergida en sus planes para la cena que no había notado dos figuras acurrucadas en la acera. Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos. <>.

Ruth los miro, estaban sucios y mal olientes y pensó que si ellos en verdad quisieran trabajan ya habrían conseguido algo. <>. <>. El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fueron rumbo al callejón.

Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón. <>. La pareja se detuvo, mientras ella corría hasta ellos, <>, dijo ella mientras le entregada la bolsa del supermercado, <>, le dijo la mujer y Ruth pudo ver que estaba temblando de frío. <>, le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros.

Ella regreso a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su invitado. Se estaba desanimando a medida que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no tenía nada que ofrecer al Señor. Cuando metió la llave en la cerradura noto otro sobre en su buzón.

<>, tomo el sobre y lo abrió, decía: <>.

Yo sé que a veces es difícil encontrar a Dios en las pequeñas cosas que nos rodean, incluso en las personas que a veces nos son desagradables, pero es precisamente ALLÍ donde ÉL quiere que le encontremos: En cada pequeña y hermosa cosa que esta hecha para nosotros!!!!

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