miércoles, 21 de enero de 2009

Tu fuerza

Mateo 11:28-30 (DHH)
Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso.

Un joven hacía un gran esfuerzo para levantar un objeto muy pesado, su padre lo estuvo observando por un tiempo y al ver que no podía levantarlo le preguntó:

Hijo, ¿qué haces?
Intento levantar esto pero no puedo
¿estás usando todas tus fuerzas?
Claro que sí, pero no es suficiente
No hijo, no estás usando todas tus fuerzas, no has pedido mi ayuda.

Esta historia se parece a lo que a muchos de nosotros nos pasa, tenemos grandes cargas en nuestra vida que intentamos con todo nuestro esfuerzo sacar adelante, talvez puede ser problema económico, tenemos inconvenientes con el comportamiento de nuestros hijos, no logramos comprender a nuestra pareja, nos cuesta mucho poder avanzar en nuestra vida personal o profesional, tal vez no logramos hacer bien nuestras funciones a pesar de saber cuál y dónde está el problema, son tantas cargas y tan pesadas que no logramos levantarlas.

Pero hay algo maravilloso, así como el padre de este joven, tenemos un Padre, nos ha observado y ha visto el gran esfuerzo que hacemos y que igual no conseguimos solucionar muchas situaciones. Por eso se acerca y nos dice Hijo, ¿estás usando todas tus fuerzas?.

Jesucristo dijo Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana." Mateo 11:28-30 (NVI)

No trates de levantar solo tus cargas, es muy probable que no puedas con ellas, usa todas tus fuerzas, pídele ayuda al Señor y él te ayudará. Si no tienes una relación cercana con Dios puedes comenzarla ahora, si de tu corazón sale una oración y le pides que venga a tu vida a ayudarte a organizarla, que perdone todas tus faltas y sea para ti como una lámpara que ilumine tu camino, así como el barro es moldeado por el alfarero será tu vida en las manos de Dios.

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