martes, 20 de enero de 2009

Esos sí son problemas

Mateo 6:25-34 (RVA)


Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.


Hola me llamo Juan, tengo año y medio de edad, aunque aun no entiendo qué significa. Lo que sí me preocupa, es cuando se me cae mi chupo o mi sonaja, cuando entre las sábanas se me pierde mi osito de peluche, es tal mi desesperación, que lloro y grito muy fuerte para que mis papás se fijen y resuelvan mi problema. Que angustia. Esos si son problemas...

Hola soy Juan, tengo 7 años, me gusta jugar fútbol. El mes pasado me saqué un 10 en matemáticas y adivinen qué me compraron ?un balón profesional?; era el niño más feliz del mundo, todo era felicidad hasta hoy, porque mi balón se pinchó y mi mami me dijo que no volvería a comprarme otro porque no sé cuidarlos. Qué angustia. Esos si son problemas...

¡Qué tal!, tengo 14 años y me llamo Juan Salvador. Alguna vez se han puesto a pensar: ¿Quién eres tu?, ¿Porqué nací aquí?, ¿Qué será mi futuro?, ¿Porqué soy yo y no tú?. En realidad me doy cuenta de que son tantas cosas en qué pensar, la vida se va haciendo más difícil y francamente es imposible descifrar el enigma de la vida. Qué angustia. Esos si son problemas...

¡Qué onda!, ¿Cómo estás?, me llamo Salvador voy a cumplir la grandiosa cantidad de 18 años. Perdí 4 materias y creo que estoy frito, soy un fracaso, no sirvo para nada. No quiero pensar en esa mirada de mi cucho al ver mis calificaciones, sus ojos parecerán los de un león furioso... Y eso no es todo; creo que lo que me tiene peor es esa nena que conocí hace tiempo, creo que estoy enamorado de ella. No sé qué hacer, no sé qué decir, no se cómo actuar. Esta vida no vale nada; como me gustaría ser niño otra vez, en esa edad uno no tiene problemas. Qué angustia. Esos si son problemas...

¡Qué tal!, Soy el Licenciado Salvador. En la empresa donde trabajo no gano lo suficiente. He estudiado toda una vida y ¿esto es lo que recibo?, ¡mi mejor esfuerzo, no vale nada!, se anteponen los intereses personales, además hay que ser deshonesto. Lo que aprendí en la Universidad no se parece en nada a la vida real; ya no soy tan feliz como cuando era adolescente; entonces no había preocupaciones; no tenía tantas responsabilidades. ¿Qué problemas tenía yo?, tenía casa, comida, ropa, todo por hacer; mi única obligación era la escuela. Les diré una cosa: prepárense para el futuro porque está lleno de problemas complicados. Qué angustia. Esos si son problemas...

¡Gusto en conocerlos! soy el Doctor en Derecho, Juan Salvador; soy padre de familia, no es fácil serlo. Mis hijos, mal que bien, ahí la llevan; pero a la que ya no soporto es a mi esposa; no es la misma que conocí hace 18 años. ¡Bendita edad!, construyendo castillos en el aire, sueñas con ser millonario famoso, veía el mundo a mis pies. Ahora todo es diferente; la vida es más dura de lo que parece en realidad; estoy sintiendo una gran angustia ante la impotencia de no poder hacer mucho? Definitivamente, Estos si son problemas...

¡Ya soy abuelo!, Mi nieto se llama Juan Salvador, como yo. ¡Gracias a Dios nació con salud!, qué suerte la de poder gozar de salud. Si yo la tuviera, sería el hombre más feliz del mundo, haría tantas cosas que no puedo hacer, caminaría por el parque de la mano con esa bendita mujer que tengo hace más de 50 años, jugaría con mi nieto a la pelota, viajaría de vez en cuando con el dinero que logré juntar y que ahora se me va en puras medicinas. Qué lastima que la vida sea tan angustiosa y esté lleno de problemas.

¿Qué pasa?, no sé dónde estoy. Aquí sólo veo una luz hacia donde dirijo la mirada. Hace un tiempo deje de vivir, pero sigo existiendo... Tarde me di cuenta de que la vida es más sencilla de lo que parece, de que en realidad estuve muerto en vida, quejándome de todo, sintiendo que la vida era para sufrir, no entiendo, ¿porqué me preocupaba por una sonaja, o por un balón pinchado?, ¿por qué me preocupaba tanto por que debiera 4 materias o todas las materias?, ¿porqué le tenía miedo a esa mujer que llegó a ser mi esposa?, y que sólo de viejo supe valorar; ¿preocupado por el trabajo por el que desatiendes a tu familia y dejas tu vida?, ¿porqué me preocupaba tanto de mi salud cuando sólo tenía un pequeño resfriado?...

¡Lo más importante era que estaba vivo!, tenía sueños y esperanzas... Yo mismo me impuse el peor castigo: No fui feliz. En aprender a vivir se me fue toda la vida. Tarde me di cuenta de que en realidad no existen los problemas complicados; tarde me di cuenta de que el secreto de la vida es vivir intensamente cada momento que Dios me regaló, tarde me di cuenta que el Señor Jesucristo tenía las respuestas que necesitaba y que con esas respuestas podía vivir una vida plena.

El Señor Jesús en Mateo 6 hablaba a la gente y les esnseñaba "Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas." Espero que para ti no sea tarde, Dios te bendiga.

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