miércoles, 21 de enero de 2009

Un alto en el camino

Juan 1:12 (DHH)

Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.


Un conductor se desplazaba por una autopista a una velocidad excesivamente alta, estaba molesto, fastidiado porque había tenido un problema con su jefe, lo había suspendido injustamente del trabajo. De repente, justo después de una curva, aparece un hombre parado en medio de la vía, haciendo señal de parada con los brazos de una forma desesperante.

El conductor, sorprendido y fastidiado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se retiraba del camino, pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.

- Debe de estar loco - dijo el conductor - mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de atropellar a aquel hombre.

Muy enojado, se baja del carro, y estrellando la puerta de su automóvil se dirige hacia el hombre y le dice:

- ¿Acaso no tiene ojos?, ¿No ve lo peligrosa que es esta carretera y se atraviesa en ella como si nada?, ¿O acaso es loco para no ver el peligro que corre?. Lo pude atropellar, ya tengo muchos problemas para el día de hoy.

- No mi amigo, no estoy loco - le contestó el individuo -, lo que pasa es que el puente que está en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que si no hacía algo, podía caer en el fondo del barranco. Tenía que arriesgarme para ver si podía evitar que muriera.

Esta historia me hace pensar en que un día alguien me obstaculizó el paso para hablarme del amor y de la paz de Dios, lo mucho que Cristo me amaba; y recuerdo que hasta me enojaba por la insistencia y por las palabras que me confrontaban, pero finalmente lo que esta persona hizo fue por salvarme de una vida de afanes y de un camino a la muerte sin Dios, a la muerte espiritual eterna.

Quizás hoy, yo esté obstaculizando tu camino quitándote unos minutos; pero ¿qué habría pasado si el conductor hace caso omiso al individuo del camino?, ¿Qué habría sido de mi si esta persona no se pone en mi camino?, quizás hubiera sido un exitoso gerente, un empresario, un deportista, o cualquier cosa que los seres humanos anhelamos ser en la vida, pero sin Dios, esto es lo mismo que decir lleno de éxito pero vacío en el alma. Ahora igual puedo lograr ser un hombre exitoso y cumplir las metas de desarrollarme como profesional, pero existe una gran diferencia, ahora sí soy feliz, puedo decir que ahora sí lo tengo todo, porque tengo a Cristo y eso es garantía de una vida llena de felicidad y de sentido.

La Palabra de Dios dice acerca de Jesús "todos los que lo recibieron, lo que creen en su nombre, se les da potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12)". ¿Quieres ser hijo de Dios?, puedes recibirle, de corazón, decirle que lo necesitas, pedirle perdón por andar tan a prisa en tu vida, como loco que a veces no sabe a dónde va, cometiendo muchos errores, puedes pedirle ahora que venga a tu vida para cambiarte, renovarte y que al mirarte con amor traiga paz a tu corazón.

Acércate a Jesucristo, es una decisión de una sola vía, la tuya. El ha estado esperándote desde siempre, no necesitas una religión para que tu vida espiritual despierte, solo necesitas una relación real con él y eso solo tú puedes hacerlo, porque esa relación es personal.

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